Estudio acústico de la producción vocal de un grupo con trastorno neurodegenerativoParkinson
- LIRIO PORRAS, PILAR
- Nuria Polo Cano Directora
- Pedro Gómez Vilda Codirector/a
Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia
Fecha de defensa: 14 de diciembre de 2022
- Carmen Victoria Marrero Aguiar Presidente/a
- Olga Ivanova Ivanov Secretario/a
- José Manuel Ferrández Vicente Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La enfermedad de Parkinson afecta a un 1 % de la población mayor de 65 años. Es una enfermedad típicamente geriátrica causada, hasta donde se sabe, por un déficit en los niveles de dopamina debido a destrucción de las neuronas productoras de dicho neurotransmisor o por la evacuación del mismo. La etiología de la enfermedad es desconocida y sus síntomas más frecuentes son los motores como el temblor en reposo, la rigidez o las alteraciones cinéticas, aunque también se observan muchos síntomas no motores como las alteraciones neuropsiquiátricas, cognitivas o las disautonomías —por ejemplo, problemas con en el sistema digestivo, con la regulación de la temperatura o la tensión arterial—. Asimismo, un 90 % de las personas con Parkinson experimentan graves trastornos en la producción vocal derivados de la degeneración neurológica. Los daños alteran hasta tal punto el control muscular sobre los mecanismos fonatorios que resulta muy difícil la comunicación y las personas con Parkinson pueden sufrir depresión debido al aislamiento resultante de la incomunicación. Por ello, resulta necesario encontrar alternativas que contribuyan a aliviar, en la medida de lo posible, este problema de salud (vocal). A la luz de los beneficios que otorga la música y el canto, una de estas alternativas que merece la pena explorar puede ser el uso de la voz cantada. El canto es la unión de la música y el habla; tanto la música como el canto presentan suficiente evidencia científica como para considerar que tienen efectos beneficiosos sobre ciertos trastornos neuronales como, por ejemplo, la afasia o la disfemia. Así pues, en el presente estudio se abordan los cambios que se operan en la producción vocal de un grupo experimental con Parkinson y un grupo de control tras una intervención de técnica de canto específicamente diseñada para la enfermedad de Parkinson a partir de la evaluación de un experimento piloto previo. La intervención se basa en un protocolo de enseñanza de canto individual, con un alto grado de exigencia, similar a lo requerido en un conservatorio. La forma de observar los cambios vocales producidos es mediante herramientas objetivas propias de la fonética clínica: el análisis acústico y biomecánico antes y después de la intervención. Para realizar los análisis se ha utilizado el programa BioMet®Phon. No existen demasiados estudios previos sobre el uso exclusivo de una técnica de canto individual y en grado de experto como forma de lograr un cambio conductual en la voz, con la ayuda del análisis de rasgos fonético-clínicos para controlar si se producen cambios vocales. En la mayoría de los trabajos analizados se estudia la influencia de una mezcla de técnicas de logopedia y musicoterapia y canto coral. Una de las mayores dificultades del estudio es el trabajo con grupos geriátricos. Estos grupos sufren de pluripatología y experimentan enfermedades crónicas y comorbilidades con implicación de polifarmacia. Los sujetos participantes en los estudios de este tipo cuentan con la dificultad añadida de que corren un alto riesgo de sufrir un rápido deterioro mental o funcional, o incluso el fallecimiento repentino. Por eso, existe una gran carencia de estudios así, a pesar de la necesidad social existente en una población mundial cada vez más envejecida. En el trabajo que aquí se presenta, la adhesión a la actividad es muy alta, pero el seguimiento de las sesiones es irregular debido a estas cuestiones. El presente trabajo consiste en un estudio longitudinal por casos. Los participantes son cuatro hombres y cuatro mujeres con Parkinson, que forman el grupo experimental, y tres hombres y dos mujeres del mismo rango etario pero sin dicha enfermedad, que forman el grupo control. Los participantes del grupo experimental deben tener un diagnóstico de Parkinson sin la concurrencia de ninguna otra enfermedad de tipo neuronal y los participantes del grupo control tampoco deben tener enfermedades neuronales diagnosticadas ni desórdenes vocales. Las edades de los participantes van desde los 60 a los 82 años. El estudio se realiza a lo largo de dos años con un compromiso de asistencia mínima de 8 sesiones de una hora de duración. Los participantes con Parkinson son proporcionados por la Asociación de Parkinson de Madrid en cuyas instalaciones se realiza, además, la parte del estudio que atañe a los participantes con Parkinson. La asociación aporta la valoración del grado de afectación de la enfermedad según la escala de Hoehn y Yahr, una escala creada a propósito para esta finalidad. Para poder participar no deben superar el grado 3 de afectación en dicha escala. Los participantes del grupo de control se citan en otras instalaciones diferentes con condiciones acústicas similares. De los análisis llevados a cabo se descubre que la alteración de los valores previos a la intervención depende, en primer lugar, de la existencia de una enfermedad neurodegenerativa como lo es el Parkinson; en segundo lugar, del sexo del participante, los hombres del estudio tienen voces más alteradas; en tercer lugar, y solo para el grupo con Parkinson, de los años que hayan transcurrido desde el diagnóstico; en tercer lugar, de la edad que tenga en ese momento y, en último lugar, de la pluripatología. El efecto de la intervención en los participantes de Parkinson depende de la existencia de pluripatología — con pluripatología se experimenta un empeoramiento en los rasgos tras la intervención—, del sexo —los participantes masculinos mejoran más—, de la edad y de los años pasados desde el diagnóstico de Parkinson —a más edad y más años de diagnóstico de Parkinson mayor cantidad de rasgos mejorados—. Respecto al grupo de control, el sexo resulta ser un factor determinante de mejora —las mujeres obtienen mejores resultados tras la intervención—. Los resultados más interesantes del presente trabajo se resumen en que un protocolo de técnica de canto tiene un efecto tras la intervención de mejora en las voces de los participantes con Parkinson en la frecuencia fundamental, en el jitter, en los desbalances de la masa y la tensión del cuerpo y la cubierta y en todos los rasgos de los temblores. El grupo de control mejora en el rasgo del shimmer y de los desbalances de la masa y la tensión de la cubierta. Como el Parkinson y la presbifonía son trastornos que se desarrollan a lo largo del tiempo, la mejora, aún sin significación estadística, e, incluso, la no variación entre antes y después de la intervención puede ser considerado como síntoma de que, de alguna forma, se frenan ambos procesos degenerativos. En conclusión, los participantes con Parkinson muestran una mayor cantidad de rasgos alterados antes de la intervención y se mejoran tras ella, especialmente rasgos propios de la enfermedad como los temblores. Este resultado específico de las personas con Parkinson quiere decir que el protocolo de canto ha sido diseñado de forma muy precisa. Asimismo, este protocolo también resulta ser apropiado para mejorar rasgos neurológicos alterados en personas sin Parkinson. Se puede entonces deducir que un protocolo de técnica de canto puede ser diseñado ad hoc para la mejora específica de desórdenes neuronales que afectan a la voz. Se ha observado, además, que con unas 8 sesiones de una hora ya se empiezan a advertir algunos cambios fonatorios, así pues, este protocolo actúa con una gran rapidez. El protocolo basado en ejercicios de técnica de canto de diferentes estilos vocales y sin injerencias de otras disciplinas parece ser una excelente opción que ofrece unos mejores resultados , por delante de otro tipo de intervenciones, en esta población en concreto. Además, la discriminación del comportamiento fonatorio entre sexos es un interesante punto de vista que no se contempla en la mayoría de trabajos similares. En esta tesis, el uso de las herramientas que proporciona la fonética clínica ha resultado ser fundamental, no solo para describir los rasgos analizados sino, también, para elegir los ejercicios más adecuados mediante la monitorización de los cambios que se producen. Asimismo, se ofrecen, por primera vez, información sobre once rasgos acústicos y biomecánicos antes y después de una intervención de técnica de canto en participantes del mismo rango etario con y sin Parkinson. De estos once rasgos, ocho de ellos nunca han sido investigados por la bibliografía previa. En resumen, esta investigación permite profundizar en el uso de la técnica de canto como forma de mejorar la fonación en grupos geriátricos afectados de Parkinson y de presbifonía. La merma fonatoria en estos grupos puede ocasionar situaciones de incomunicación, aislamiento y depresión. El canto podría ser una herramienta que, con protocolos debidamente diseñados, ayudara a la neurorrehabilitación. Los resultados observados podrían impulsar nuevos estudios interdisciplinares que profundizaran en este aspecto del canto y la voz del Parkinson, pero también podrían propiciar la puesta en marcha de investigaciones similares para otras enfermedades neurodegenerativas que ocasionen alteraciones lingüísticas como ocurre con el Alzheimer, la demencia de Lewy, la enfermedad de Huntington o la esclerosos lateral amiotrófica. Por último, se podrían crear proyectos pedagógicos para la formación de profesores especializados en esta materia. Palabras clave: Parkinson, presbifonía, canto, fonética clínica