A vizinhança perturbadoraO papel fulcral de Portugal e a correspondência diplomática portuguesa na guerra civil espanhola

Zusammenfassung

LA VECINDAD PERTURBADORA. EL PAPEL CLAVE DE PORTUGAL Y LA CORRESPONDENCIA DIPLOMÁTICA PORTUGUESA EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA RESUMEN Esta Tesis Doctoral tiene como objetivo comprender las relaciones luso-españolas entre 1936 y 1939, incluida la Guerra Civil española, que fue un período histórico importante para la Península Ibérica. El trabajo pretende explicar el importante papel de Portugal en el desarrollo del conflicto español y contextualizar un conjunto de documentación diplomática que trata las relaciones luso-españolas desde las elecciones de febrero de 1936 hasta el final de la Guerra Civil en abril de 1939. CONCLUSIONES La historiografía portuguesa enfatiza el papel de Portugal en su apoyo a los nacionalistas durante la Guerra Civil. Sin embargo, no existe una apreciación y una sistematización de los eventos específicos donde la influencia portuguesa fue decisiva para cambiar el curso de la guerra. Existe la convicción de que el papel de Portugal no puede superar al de Alemania o Italia. En cierta medida esta convicción es cierta, ya que el suministro de material logístico y militar, el apoyo financiero o el envío de soldados y personal técnico era muy superior en Alemania e Italia que en Portugal. Sin embargo, como se destaca en este trabajo, del 17 de julio al 14 de agosto de 1936, el papel de Portugal fue mucho más importante y decisivo para los nacionalistas y franquistas de lo que se piensa y se analiza de forma general por parte de la historiografía. La idea de esta tesis es demostrar la fuerte implicación de Portugal a lo largo del conflicto español y la importancia real de la ayuda brindada por el país del 17 de julio al 14 de agosto de 1936, dirigida a consolidar la estrategia de apoyo a los nacionalistas españoles, con la ayuda de la correspondencia diplomática portuguesa. Este trabajo ocupa un vacío que existe en el tratamiento de la correspondencia diplomática en los años de la Guerra Civil española respecto a la participación e implicación del Estado portugués. Pretende dar voz a los diplomáticos y valorar su papel en una época en la que la tecnología para emitir información era escasa y rudimentaria. No existen trabajos que analicen sistemáticamente la correspondencia portuguesa en territorio español en los años de la Guerra Civil. La acción de los diplomáticos fue captar los aspectos esenciales de la política en el bando rebelde y transmitir, a la mayor brevedad, esta información al Gobierno portugués para perfilar, de conformidad y con el apoyo de estas comunicaciones, su política exterior en relación con el conflicto español. El objetivo de esta Tesis es presentar evidencia para sustentar estas dos afirmaciones generales; 1º El plan trazado por el Gobierno portugués para implicarse del lado de los nacionalistas en la Guerra Civil española, fue claro, rápido y preciso. Hasta la conquista de Badajoz, el 14 de agosto de 1936, Portugal jugó un papel clave para que Franco y los nacionalistas continuaran con su esfuerzo bélico y salieran victoriosos de la Guerra Civil. 2º El Gobierno portugués apoyó y se apoyó en las comunicaciones e informaciones de los diplomáticos portugueses para ajustar, alinear y adaptar su estrategia y su plan político, que consideraba que la victoria nacionalista sería la mejor alternativa para el Gobierno portugués. Como muestra este trabajo, el apoyo material, logístico y diplomático del Gobierno portugués a los nacionalistas fue un factor importante a lo largo de la Guerra Civil española. A ese respecto, hay dos hipótesis a considerar; 1ª ¿Hubo una dedicación y un compromiso relevantes por parte de Portugal a la causa nacionalista con implicación material, logística, afectiva, diplomática y política durante la Guerra Civil española? En ese sentido, y como hipótesis secundaria, ¿hubo un impacto especial de la política llevada a cabo por Portugal en algún momento concreto de la Guerra Civil? 2ª hipótesis: ¿Jugó el cuerpo diplomático portugués un papel destacado en la implicación del Gobierno portugués en la Guerra Civil? Mi tesis apunta a confirmar ambas hipótesis. Hubo apoyo de António Salazar a Francisco Franco, y este apoyo fue importante para el inicial avance militar de los nacionalistas desde el sur, mientras que los regímenes dictatoriales de Italia y Alemania aún no había comenzado a ayudar plenamente a las fuerzas rebeldes españolas. El apoyo portugués durante la primera semana del golpe de Estado fue el único apoyo real que tuvieron los nacionalistas, que les llevó a no disolverse y tener capacidad de perdurar. Con la conquista de Badajoz el 14 de agosto de 1936, los regímenes italiano y alemán, que no consideraban un apoyo militar inmediato, comenzaron a encauzar y a desarrollar una nueva forma de ayuda con tintes netamente militares, probablemente debido a la confianza que la conquista de Badajoz como importante base logística proporcionó a nacionalistas y fascistas. Esta Primera Etapa de Apoyo, con contornos logísticos, fue impulsada de los regímenes italiano y alemán a partir del 28 y 31 de julio respectivamente. Entre esta Primera Etapa de Apoyo y la Segunda Etapa de Apoyo, es decir, entre el 28 y el 31 de julio y finales de agosto, el papel del Gobierno portugués fue fundamental y decisivo para que los nacionalistas se pudieran sostener y permanecer en el poder mediante la conquista del eje Sevilla-Mérida-Badajoz. La mejor prueba de este apoyo es la conversación de Nicolás Franco con el agente especial portugués en España, Pedro Teotónio Pereira, en la que el primero destacaba “que la colaboración de Portugal había sido decisiva y que Portugal había venido a ayudar a España con un riesgo muy grave en un momento en el que otras naciones aún no lo habían hecho manifestado”. A partir del 14 de agosto, unificados el ejército y el territorio nacionalista, el territorio portugués actúa como la retaguardia que cubre todo el occidente español, esto es, la franja desde Andalucía Occidental hasta Galicia, ya en manos de los sublevados. La posibilidad de resiliencia del esfuerzo militar y logístico de los nacionalistas cobró nuevos contornos y ánimos hasta llegarse a la Segunda Etapa de Apoyo de Italia, a finales de agosto y principios de septiembre, y de Alemania, a partir de mediados de agosto, con el desembarco de material militar, vía Lisboa, y con el abundante material llegado con la Legión Cóndor entre octubre y noviembre de 1936. En mi opinión, el factor clave de este nuevo impulso del que se beneficiaron los nacionalistas, fue la conquista de Badajoz, que unió la franja territorial entre Andalucía con parte de Extremadura, Castilla-León y Galicia, unificando los ejércitos y zonas nacionalistas. Esta situación no hubiera sido posible sin el apoyo incondicional del Gobierno portugués. En ese momento se estableció una importante base diplomática, militar y logística favorable a los rebeldes en esa retaguardia segura que era el territorio portugués, desde donde se activaron las palancas para un lento avance que condujo al derrocamiento del gobierno republicano en abril de 1939. A través de la documentación diplomática, emitida desde las sedes diplomáticas portuguesas —una de las mayores redes consulares presentes en España y otras ciudades del mundo—, el Gobierno portugués logró obtener información y conclusiones, apoyar a los nacionalistas y conducir su propia política en todo el territorio español. En esos años, la política interna y externa de Salazar estuvo muy influenciada por la información que los diplomáticos reportaron a Lisboa. Era la información más segura y cercana que podía poseer el dictador portugués, ya que el cuerpo diplomático destacaba por la calidad de su visión histórica, política y social. Los diplomáticos que enviaron información sobre lo que vieron y sintieron sobre la Guerra Civil española realizaron su trabajo con total entrega a la causa salazarista, y, en consecuencia, al más cercano sentimiento hacia los nacionalistas. La afectuosa relación entre Portugal y los nacionalistas, debida al apoyo luso durante la Guerra Civil, se refleja especialmente en la correspondencia consular de las regiones españolas fronterizas con Portugal, como Galicia, Andalucía, Salamanca y Extremadura. Ningún país “amigo” de los nacionalistas se ganó tanta consideración, como atestigua la gran cantidad de nombres de vías públicas relacionados con Portugal. Esta complicidad se explica por el grado de proximidad geográfica, social, cultural, lingüística entre Portugal y España, especialmente con las provincias españolas donde se establecieron más consulados portugueses. Esta afinidad luso-española generó una corriente emocional y afectiva que Alemania e Italia nunca tuvieron ni, probablemente, quisieron tener. El papel de los diplomáticos portugueses fue fundamental para informar al Gobierno portugués de las mejores opciones políticas y diplomáticas a tomar en esta crisis. Hubo un flujo casi diario de información consular, desde el golpe militar hasta la conquista de Badajoz, enviada por los cónsules António Certina, en Sevilla, y Vasco Sousa, en Badajoz, para que Lisboa tuviera las mejores opciones para dirigir su apoyo diplomático y logístico a los nacionalistas. El resultado de mi Tesis Doctoral confirma la decisiva influencia del Gobierno portugués en el primer mes de la Guerra Civil, cuando los nacionalistas aún estaban estructurando y organizando sus posiciones. El apoyo portugués fue contundente en los campos logístico, diplomático, alimentario y militar. La información y las comunicaciones del cuerpo diplomático portugués, principalmente en España, pero también en otras partes del mundo, ayudaron al Gobierno portugués a comprender la complejidad de los actores del conflicto español y a posicionar su política en materia de información y comunicaciones en la escena internacional.