Problemas ético-jurídicos que plantean las mejoras humanas en torno a la identidad personal y dignidad

  1. PAIK, UN HE
Dirigida por:
  1. Rafael Junquera de Estéfani Director
  2. Iñigo de Miguel Beriain Director/a

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 31 de mayo de 2023

Tribunal:
  1. Ana María Marcos del Cano Presidenta
  2. Emilio José Armaza Armaza Secretario/a
  3. Ignacio Ara Pinilla Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 813883 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

RESUMEN TESIS DOCTORAL AÑO 2023 PROBLEMAS ETICO-JURIDICOS QUE PLANTEAN LAS MEJORAS HUMANAS ¿ EN TORNO A LA IDENTIDAD PERSONAL Y DIGNIDAD RESUMEN ¿ El presente documento constituye un resumen de la tesis doctoral que presenta Un He Paik para obtener el título de doctora en Derecho. Incluye índice, introducción y conclusiones del trabajo ¿ ÍNDICE GENERAL INTRODUCCIÓN CAPÍTULO 1 Dignidad CAPÍTULO 2 Identidad CAPÍTULO 3 Clonación CAPÍTULO 4 Quimeras e híbridos CAPÍTULO 5 Mejoras Anexo I Anexo II Bibliografías INTRODUCCIÓN A.- Planteamiento de la cuestión. Hipótesis de partida. B.- Objetivos del presente trabajo C.- Pertinencia de la cuestión a analizar D.- Estructura E.- Metodología. F.- Resultados ¿ CAPÍTULO I. DIGNIDAD 1. INTRODUCCIÓN 2. CONCEPTO 2.1. Etimología 2.2. Definiciones 2.3. Historia 2.3.1.- La idea de dignidad como honra, la herencia del mundo clásico 2.3.2. La dignidad que proviene de Dios: Imago Dei y teocentrismo 2.4.- La dignidad como valor inherente al ser humano, orígenes 2.4.1.- La dignidad en Immanuel Kant 3.- FUNDAMENTO Y TIPOS DE DIGNIDAD HUMANA 3.1.- La dignidad fenomenológica o ética 3.2.- Dignidad ontológica 4.- QUIÉN TIENE DIGNIDAD: DIGNIDAD COMO DIGNIDAD HUMANA 5.- ESTUDIO JURÍDICO DE LA DIGNIDAD 6.- LA DIGNIDAD EN EL DEBATE BIOÉTICO 7.- OBSERVACIONES FINALES ¿ CAPÍTULO II: IDENTIDAD 1. INTRODUCCIÓN Y RAÍCES HISTÓRICAS 1.1 -Introducción 1.2. Importancia del concepto de identidad 1.3 -Origen histórico del concepto y su alcance 2. TIPOS DE IDENTIDAD: 2.1. Identidad numérica y cualitativa 2.2. Mismidad, ipseidad, sortalism 3. EL DEBATE DE LA IDENTIDAD PERSONAL EN EL TIEMPO 3.1. Las teorías metafísicas o dualistas 3.2. Las teorías reduccionistas 3.2.1. Los principales exponentes del reduccionismo a. La obra de Locke. Exposición b. La obra de Locke. Crítica 3.2.2. Crítica contra el criterio de la memoria a. Problema de la circularidad b. Problema de la duplicación 3.2.3. El empirismo de David Hume a. Exposición b. Critica a David Hume 3.3 Las teorías reduccionistas en la actualidad 3.4. Criterios físicos a. Exposición. Criterio físico en general b. El cerebro c. Critica 3.5. Criterios psicológicos a. Exposición b. Crítica 3.6. Otros criterios: Criterios eclécticos 3.7. El reduccionismo de Derek Parfit a. Exposición b. Crítica contra Parfit 3.8. Criterio narrativo 3.8.1. La identidad narrativa de Paul Ricoeur 4. EL PROBLEMA DE LA NO IDENTIDAD 4. 1. Planteamiento 5.- LA IDENTIDAD EN EL DERECHO: DIVERSIDAD CONCEPTUAL 6. EL CONCEPTO DE IDENTIDAD EN LAS DECLARACIONES INTERNACIONALES 7. EL CONCEPTO DE IDENTIDAD EN EL CONTEXTO EUROPEO 8. LA IDENTIDAD EN EL DERECHO COMPARADO ¿ CAPÍTULO III CLONACIÓN 1. INTRODUCCIÓN 2. CONCEPTO DE CLONACIÓN 3. TIPOS DE CLONACIÓN 3.2. La clonación reproductiva 3.2.1. Métodos propios de clonación reproductiva 3.2.1.1. Clonación cigótica 3.2.1.2. Clonación agámica 3.3. Paraclonación o Transferencia mitocondrial 3.3.1. Mitocondria y enfermedades mitocondriales 3.3.1.1.Técnicas de transferencia mitocondrial 3.3.1.1.1. PNT, Transferencia pro nuclear 3.3.1.1.2. MST o Transferencia del huso materno 3.3.1.1.3. Otras técnicas 3.3.1.1.4. Partenogénesis 4.- PROBLEMAS ÉTICOS Y JURÍDICOS: PARACLONACIÓN 4.1. Cuestiones relacionadas con la intervención en la línea germinal 4.2.- Cuestiones relacionadas con la transferencia mitocondrial y la identidad 4.3. Cuestiones relativas a la identificación de la donante 4.4. La donante de mitocondria: ¿progenitora? 5.- CLONACIÓN REPRODUCTIVA: PROBLEMAS ÉTICOS Y JURÍDICOS 5.1. Cuestiones de identidad que plantea la clonación reproductiva 5.1.1. Cuestiones de identidad numérica 5.1.2. Cuestiones de identidad cualitativa 5.2. ¿Importancia de la identidad genética? 5.3. Otros problemas de identidad: el debate sobre la antinaturalidad de la clonación 5.4. El debate en torno a las cuestiones de dignidad ¿ CAPÍTULO IV QUIMERAS E HÍBRIDOS 1. INTRODUCCIÓN 2. CONCEPTOS: QUIMERAS, HÍBRIDOS Y OTRAS ENTIDADES INTER- ESPECIES 2.1. Quimeras 2.2. Híbridos 2.3. Otras entidades inter-especies: 2.3.1.Transgénicos 2.3.2. Híbrido de células somáticas 2.3.3. Mosaicos 2.3.4. Chimbrids 3. HISTORIA 4.- EL DEBATE ÉTICO SOBRE EL USO DE ENTIDADES INTER-ESPECIES 4.1.- Opiniones a favor del uso entidades inter-especies 4.2.- Crítica contra la creación de quimeras e híbridos humano- animales: Argumentos de corte religioso 4.3.- Crítica contra la creación de quimeras e híbridos humano-animales: Argumentos seculares 4.3.1- El argumento de la antinaturalidad 4.3.2 El argumento de la confusión moral 5. LA IDENTIDAD DE LA ESPECIE HUMANA 5.1. El concepto de especie 6. LA IDENTIDAD DE LAS NUEVAS ENTIDADES 6.1. Estatuto ontológico de las nuevas entidades 6.2 Criterios para considerar el estatuto ontológico de las nuevas entidades a) Antropocentrismo b) Capacidad de sentir o capacidad de sufrimiento c) Capacidades cognitivas superiores d) La cuestión de la dignidad ¿ CAPÍTULO V MEJORAS 1. INTRODUCCION 1.1. Concepto de mejora 1.2. Debate distinción tratamiento vs mejora 2. CLASIFICACIÓN DE MEJORAS 2.1. Mejoras físicas 2.1.1. Mejora genética 2.1.2. Dóping 2.1.3. Mejoras utilizando células madre 2.2. Mejoras psicológicas 2.2.1. Intervenciones en el cerebro 2.2.2. Mejoras cognitivas 2.2.2.1. Cognición 2.2.2.2. Mejora cognitiva psico-farmacológica 2.2.2.3. Mejora cognitiva genética 2.2.2.4. Mejora cognitiva con estimulación cerebral profunda (DBS) 2.3. Mejoras de ánimo 2.4. Mejoras morales 3. EL DEBATE PRO Y CONTRA LAS MEJORAS 3.1. Posición Bioconservadora 3.2. Posición Transhumanista 4. CONSECUENCIAS ÉTICO-JURÍDICAS QUE PLANTEAN LAS MEJORAS 4.1 Identidad 4.1.1. Mejoras psicológicas e identidad 4.1. 2. Autenticidad e identidad 5. DERECHO Y MEJORA: LOS PROBLEMAS QUE LA MEJORA PLANTEA PARA EL DERECHO 5.1. Responsabilidad 5.2. Dignidad ¿ CONCLUSIONES ANEXO I. NORMATIVA SOBRE CLONACIÓN La clonación en el derecho internacional Legislaciones nacionales La partición de embriones en el derecho internacional ANEXO II: NORMATIVA SOBRE QUIMERAS E HÍBRIDOS Quimeras e híbridos en los documentos internacionales BIBLIOGRAFÍA ¿ INTRODUCCIÓN A.- Planteamiento de la cuestión. Hipótesis de partida. En una de las primeras clases de Bioética en la UNED sobre los avances de la biotecnología y su futuro, se nos explicó sobre la posibilidad de traer al mundo bebés literalmente ¿hechos¿ a la medida, diseñados con material genético proveniente de diferentes hombres y mujeres, o incluso de origen animal o sintético. De la sorpresa o estupor inicial el impacto fue convirtiéndose en una inquietud y preocupación ético-jurídica que nos llevó a explorar este apasionante tema de nuestra identidad y dignidad, sobre todo porque todos creemos que sabemos lo que es ser humano, quiénes somos, o el lugar que tenemos en el universo. Las nuevas tecnologías aspiran a superar no solo nuestras enfermedades y taras, sino a acabar con las limitaciones que implican el espacio y el tiempo, la idea de vivir indefinidamente con capacidades insospechadas. Ante estos intentos desesperados por lograr mejoras radicales, se levantan voces que llaman a la cordura y a la precaución. En estas condiciones, tratamos de hacer un alto para preguntarnos si sabemos lo que queremos cambiar, y plantear la pregunta de qué queremos hacer con los conocimientos o posibilidades que tendremos. Esto es, por qué estamos tan seguros de que queremos las mejoras o por qué creemos que no deberíamos intentarlo. Qué es lo que queremos proteger y cuál es la línea que no deberíamos cruzar y por qué. Observamos que los filósofos hace ya tiempo que se preguntaron quiénes somos y el lugar que ocupamos en el mundo o en la Creación de las grandes religiones monoteístas. Los griegos se plantearon lo mismo sobre qué somos, qué creemos ser, cuál es nuestro lugar respecto a Dios o los dioses, a los animales y a los objetos, incluyendo los valores que le adjudicaban a ciertos integrantes de sus sociedades. Estas viejas preguntas adquieren ahora nueva actualidad, si bien las respuestas no pueden ser muy diferentes a las de otros tiempos. El sujeto tanto de la moral como del derecho es el mismo, estando su valor íntimamente entrelazado no solo con su identidad sino también con su estatuto ontológico. Teniendo todo esto presente, en este trabajo hemos querido analizar cómo se compatibiliza la idead de dignidad, de valor del ser humano, con las nuevas biotecnologías. Sumado a lo anterior es importante indicar que hemos indagado sobre cómo estos cambios pueden afectar a la identidad personal en el tiempo. Concretamente cómo sabemos que una persona es la misma en el tiempo. Esto es esencial, ya que las nuevas tecnologías implican cambios radicales en la forma en la que está estructurada la mente o la biología de un sujeto. Por eso hemos puesto un gran empeño en explorar esta parte. Es decir, tratamos el tema esencial por antonomasia a la hora de identificar al sujeto de derecho, con sus obligaciones, deberes, responsabilidades y derechos, una cuestión elemental para la organización social. Y es que con el progreso tecno-científico estamos en condiciones aparentemente de indicar qué es lo que constituye física y psicológicamente al ser humano. Por lo mismo también podemos indicar quién será sujeto de derecho, integrante de nuestro colectivo, ser humano o persona ¿un concepto por demás interesante pues es la palabra que se utilizaba en el teatro griego para indicar las máscaras de los actores. Nos gustaría recalcar que algo que ha sido particularmente inquietante descubrir es la incertidumbre sobre el ser humano y su estatuto que introduce la nueva realidad. En el pasado era posible hallar certezas sobre quiénes eran los sujetos de derecho: ciertamente los esclavos no lo eran, durante mucho tiempo las mujeres y niños tampoco, también estuvieron excluidas las personas de ciertas razas, o quienes no tenían propiedades. Sin embargo, nunca antes hemos tenido que cuestionar quién es ser humano o no, nunca antes estuvimos tan cerca de facilitar el advenimiento de una nueva especie con capacidades cognitivas superiores. Consecuentemente, nunca antes presenciamos estos nuevos bríos por incluir todo tipo de entidades en el colectivo social en el que vivimos. Este afán por el `más y mejor¿ en todos los aspectos de nuestras vidas y sobre todo en nosotros mismos, el 'todo se puede¿ y el `todo vale¿ entraña riesgos para nuestra identidad y nuestra dignidad que intentamos explorar en este trabajo. B.- Objetivos del presente trabajo El objetivo principal del presente trabajo es, como hemos anticipado, indagar por la dignidad e identidad humanas en los aspectos que están amenazados por el desarrollo de las nuevas tecnologías por medio de mejoras en su biología incluyendo la reproducción y extensión de vida, sus funciones psicológicas y las de carácter moral. Y es que son estos avances los que nos obligan a preguntarnos qué es la identidad, qué causaría su cambio y su ausencia, qué consecuencias acarrearían, o cómo protegerla, ejercicios necesarios también para la dignidad. Nos proponemos, en suma, explorar los problemas derivados de las nuevas biotecnologías a partir de la constatación de la falta de positivización de la dignidad, la escasa capacidad del Derecho para afrontar temas como qué es el ser humano, lo que necesita, desea y procura, la posibilidad de su sobrevivencia, o la salvaguardia de su identidad. Temas, todos ellos, que nos obligan a preguntarnos por el futuro del mundo que les dejamos a las siguientes generaciones, los objetivos o direcciones de nuestra evolución y por qué nos importa todo ello. El objetivo de este trabajo es, en suma, indagar en los temas de identidad humana, identidad personal y naturalmente el valor del ser humano o dignidad, y la cuestión esencial de si podremos defender al ser humano con los medios que tenemos a la luz de los nuevos escenarios que plantea la tecnología actual. C.- Pertinencia de la cuestión a analizar ¿Por qué resulta pertinente plantear precisamente ahora una cuestión como la que se plantea en nuestro trabajo? A nuestro juicio, son varios los motivos que hacen esta investigación particularmente oportuna. De un lado, evidentemente, la aparición de un escenario tecnológico completamente nuevo, que necesita de un análisis urgente desde la Filosofía y el Derecho. Pero esto no es todo. Es también preciso constatar que, a pesar de no ser conceptos novedosos, ni mucho menos, identidad y dignidad siguen necesitando de una adecuada concreción para afrontar estos nuevos retos. Esto sucede, en primer lugar, con la identidad. A lo largo de la historia la identidad fue del interés de muchos filósofos y de muchas disciplinas. Los innumerables intentos de definirla no han sido exitosos. Todos sabemos o creemos reconocer a un ser humano, generalmente cuando lo vemos, pero nadie puede decir que la definición que podamos formular sea la correcta o al menos una sólida. La adición del interesante concepto de ¿persona¿ es importante tanto por su origen histórico como por el significado que le ofrece al futuro tecnológico que ya está en nuestra antesala. Poco sabíamos al iniciar este trabajo que el concepto de identidad cobraría actualidad de forma tan insospechada. Qué pasa con la identidad si podemos cambiar o manipularla. ¿Sabemos lo que es? ¿Está protegida? ¿Cómo proteger? ¿Qué herramientas o argumentos tenemos? Entonces exploramos los cimientos de nuestra organización social y jurídica, qué somos, de qué estamos hechos, qué nos diferencia, qué valor tenemos. La cuestión de la identidad en el sentido de qué es ser humano y qué no lo es, nos ha llevado en este trabajo a discernir cuestiones genéticas humanas y animales, sobre todo ante las posibilidades de investigar utilizando quimeras, híbridos, mosaicos y otras entidades inter-especies. Naturalmente surgió el concepto de especie, tras el cual nos escudábamos, ya que nos consideramos parte de la especie humana y creíamos que ello lo explicaría todo. Para nuestra sorpresa, no fue así, lo que justifica la necesidad de realizar las consideraciones que hemos apuntado en este trabajo. También creíamos que nos diferenciamos de los animales, o en el mejor de los casos, somos animales humanos, pero luego, al embarcarnos en el trazado del genoma humano, a pesar de que tuvimos la íntima esperanza de validar nuestra superioridad con más genes que los animales o las plantas, lo cierto es que nada de ello fue real. De ahí que hayamos explorado vías alternativas de un modo a nuestro juicio indudablemente novedoso. En el caso de la dignidad, la situación ha resultado ser muy similar. Creíamos que era un concepto bien asentado. Nuestra investigación nos ha llevado a concluir que no. Es un concepto necesitado de muchas aclaraciones. A ello hemos dedicado buena parte de nuestro trabajo, porque es muy complejo responder a los retos que presentan las biotecnologías con el concepto de dignidad. D.- Estructura El trabajo está dividido en cinco capítulos. Comenzamos explorando en el primero de ellos qué es el concepto de dignidad, cuál es su definición. A continuación mostramos el largo camino recorrido en su evolución, las diferentes acepciones del término, la doctrina en favor de la defensa de la dignidad humana y la situación actual, caracterizada por las posiciones de algunos autores contemporáneos que consideran que es un concepto que bien podría ser reemplazado por otros. En contraposición a estas voces, en este capítulo defendemos la idea de que la dignidad es un concepto fundamental al hablar del ser humano, ya que es su valor como tal, siendo, por tanto, un concepto irremplazable, salvo que estemos dispuestos a considerar al ser humano meramente como un medio, como cualquier objeto. En el siguiente capítulo tratamos el concepto de identidad, su significado, clasificación, la historia del debate en torno a este tema, las nociones de identidad personal en el tiempo y la forma de determinar en qué consiste. Con tal fin, describimos los criterios desarrollados por diferentes autores de primer rango a lo largo de la historia, incluyendo a Hume, Locke y Parfit. También exploramos las falacias con que se enfrentaron históricamente y las lecciones que podemos tomar para el futuro, es decir, para un escenario en el que las nuevas posibilidades que nos ofrece el desarrollo científico no dejan de inquietarnos. La convergencia tecno-científica, precisamente, es la que nos sitúa ante retos que ponen en jaque tanto la identidad como la misma dignidad humana y/o los fundamentaos sobre los que se asienta. De ahí que en los siguientes capítulos analizaremos las diferentes tecnologías que ahora mismo son capaces de ofrecer resultados aparentemente desafiantes a estos conceptos. Así, en el tercer capítulo de este trabajo consideramos las técnicas relacionadas con el inicio de la vida humana, capaces de dar lugar a lo que habitualmente denominamos clonación reproductiva. También estudiamos aquí las prácticas que acaban dando lugar a una transferencia mitocondrial, una tecnología que, a diferencia de la anterior, ya se ha utilizado en humanos. Ambas cuestiones ponen claramente en entredicho la identidad de los seres humanos y, probablemente, también cuestionan la dignidad humana, como se ha dicho. En este capítulo exploramos el problema a partir de la exposición de las circunstancias tecno-científicas de las que se parte. Luego, en el cuarto capítulo de este trabajo, observamos las posibilidades de realizar investigaciones utilizando material genético animal con las consecuentes probabilidades de obtener entidades inter-especies. Por lo que investigamos qué implica una especie y si es posible determinarlo. A partir de ahí exploramos las consecuencias que su posible existencia tendrá para la identidad o la dignidad, ya sea de los humanos y animales implicados o de la especie humana en su conjunto. En el último capítulo estudiamos qué entendemos por mejora. Esto implica explorar, la diferencia con los tratamientos, la clasificación de las mejoras, su historia o evolución, y las principales técnicas relevantes para nuestro trabajo. Prestamos particular énfasis en las mejoras psicológicas, cognitivas, intervenciones en el cerebro, mejoras de estados de ánimo, y las incipientes y controvertidas mejoras morales. E.- Metodología La metodología empleada es la observación de la sociedad en la que vivimos, los tópicos pertinentes para la búsqueda académica y la obtención de obras escritas sobre los diferentes temas conforman el estadio inicial. Los tópicos se centraron en los desarrollos tecno-científicos que nos atañen como cuestiones de filosofía del derecho, avances de la biotecnología, principales temas de bioética, neuroética y otros. La búsqueda de las obras publicadas se ha realizado en torno a los principales autores que más hayan escrito o con visible prominencia sobre cada uno de los temas, determinando sus posiciones y buscando las críticas a las mismas. Procuramos obtener datos estadísticos publicados y contrastar la veracidad de los datos citados o actualizar en casos necesarios. Luego le siguieron la elaboración, algunas traducciones y el análisis crítico, la búsqueda de la legislación de las principales cuestiones relevantes y los documentos internacionales sobre las materias, en caso de existir, hasta llegar a la conclusión. Es decir, hemos empleado el método de investigación de las ciencias sociales: obtención de datos, análisis crítico, elaboración de hipótesis, hallazgo de conclusiones, etc., sobre un amplio cuerpo de literatura filosófica y científica cuyas referencias se aportan en las notas al pie y la bibliografía que se halla presente al final de la obra. No hemos realizado estudios de campo como encuestas o análisis de datos secundarios. F.- Resultados Los resultados del trabajo reflejan los objetivos que nos hemos propuesto al inicio: explorar la utilidad de conceptos como los de dignidad, dignidad humana, identidad, identidad personal, para analizar las consecuencias de interés en bioética y derecho que las intervenciones radicales podrían tener en el ser humano. En el transcurso de este proceso exploramos los conceptos relevantes, las posiciones de los autores, las críticas y el análisis de los mismos como los diferentes criterios de la identidad personal o de dignidad en el tiempo, los conceptos de especie y de entidades inter-especies, autenticidad, autonomía, responsabilidad. Nuestra investigación ha dado como resultado identificar las posturas extremas pro mejoras humanas y las voces que claman por cautela y precaución, la defensa del ser humano como lo conocemos hoy día o su dignidad, la fragilidad de apoyar todo un colectivo de objetivos futuros sobre bases relativamente nuevas o de reciente combinación, creadas en torno a objetivos ciertamente materialistas. También ha dado como resultado la necesidad de entender que el ser humano ha de afrontar nuevos horizontes. Esto implica que los parámetros de medición de nuestros logros han de cambiar y mejorar porque lo que se ve afectado no es ya nuestro entorno sino a nosotros mismos, nuestra biología, psicología, ánimo y moral. Indicamos también en el trabajo las lagunas en los documentos internacionales y legislaciones nacionales en torno a intervenciones radicales, cambios de identidad, menoscabo de la dignidad humana causados por los avances tecno-científicos como así también la agresividad con que avanzan los Big Tech en desmedro del bienestar del ser humano. También existen vacíos en los preparativos para proteger al ser humano frente a estos avances, puesto que ciertamente habrá un período de transición en el que tendremos que convivir con diferentes escenarios. Concluimos que estas cuestiones sólo pueden resolverse adecuadamente aunando esfuerzos por entender al ser humano, conocer nuestro lugar, nuestra identidad, nuestro valor, nuestras limitaciones y las diferentes dimensiones que tenemos y no están reconocidas por las teorías reduccionistas y las sociedades materialistas. CONCLUSIONES PRIMERA. Hemos comenzado este trabajo observando el fundamental concepto de dignidad, con su recorrido histórico desde sus albores hasta su desarrollo como valor de todo ser humano por el solo hecho de su existencia, que ha cristalizado su reconocimiento en los documentos internacionales. Nuestra primera conclusión es que, a pesar de intentos de minimizar o ignorar su importancia, debemos preservar el concepto, ya que está demasiado interconectada con la identidad humana y es irremediablemente inseparable de ella. Sólo a la luz de la dignidad es posible afrontar adecuadamente los retos inherentes a los avances de las biotecnologías. Debemos hacer notar a este respeto que si en el pasado, los ataques contra la dignidad se relacionaban con hechos como la esclavitud, las vejaciones, experimentaciones crueles con el cuerpo humano, etc., en la actualidad los ataques proceden, paradójicamente y en especial, de las intervenciones que creemos que son mejoras de nuestra biología, fisiología, cognición, facultades mentales, estado de ánimo, forma de reproducirnos, etc., ya que nos convierten en un medio de las ciencias y tecnologías. Somos atacados por nosotros mismos, por sistemas u objetos que hemos creado. Consideramos que muchas intervenciones de mejoras menoscaban nuestra dignidad. Por lo tanto, recurrimos a la dignidad como baluarte de nuestro valor y símbolo de nuestro estatuto ontológico, conscientes de que los nuevos paradigmas y tiempos requieren nuevas formas de respetar y defenderla. SEGUNDA. Las posturas que pretenden ignorar la importancia de la dignidad se deben a menudo a los nuevos tiempos que vivimos, el desdén por pensamientos y filosofías gestadas en el pasado, con base en creencias religiosas o no científicas. De ahí que a veces las alusiones a la dignidad sean consideradas meras referencias anticuadas que continúan perdiendo peso para quienes apuestan por mejoras radicales y rechazan todo lo que represente un obstáculo al progreso de las ciencias y tecnologías. Como observamos, un considerable número de autores consideran en la actualidad que la dignidad bien podría ser reemplazada por la autonomía por ejemplo o es simplemente un concepto inútil. Lo cierto es que a medida que progresan las nuevas tecnologías se abre un debate ético inexorable que nos obliga a recurrir al concepto de dignidad y a resaltar la vulnerabilidad y desamparo en que se encuentra. El debate nos obliga a pensar una vez más y a preguntarnos si sabemos lo que somos, lo que valemos, si sabemos lo que queremos y para qué. TERCERA. La determinación del concepto de identidad sigue siendo una cuestión compleja, hasta ahora irresuelta. Para abordarlo hay que tener en mente conceptos como los de identidad numérica y cualitativa, así como también la individual y la colectiva o social. Todo organismo vivo está en constante cambio, perdura en un tiempo y un espacio; por su naturaleza tiene una gran dosis de funciones psicológicas, una intensa faceta social y autoconciencia. De la constatación de estos hechos han surgido los conceptos de ipseidad, mismidad y numerosos axiomas, postulados, teorías y criterios para determinar la identidad personal en el tiempo, como las de la persistencia del cuerpo físico, el cerebro, la información contenida en el cerebro, la memoria, la forma en que procesamos la información y/o editamos nuestra memoria, las funciones psicológicas, las propiedades cognitivas o la historia que narramos de nuestras vidas cual personajes de ficción. Cada una de ellas da una explicación diferente a qué es la identidad y, por tanto, qué puede alterarla. CUARTA. A pesar de la deconstrucción a la que ha sido sometida la idea de identidad, debemos concluir que es un concepto primordial en la organización social, es la base de nuestras responsabilidades. Sin identidad no habrá sujeto de derecho, ni obligaciones ni derechos. No podemos aceptar la idea de que la identidad no existe o no es lo que importa en la sobrevivencia porque es precisamente la persistencia en el tiempo lo que nos caracteriza como ente bio-psico-social. Es decir, sin necesidad de mencionar otros aspectos fundamentales, al menos en términos de organización social, sin identidad no puede haber responsabilidad. Si no somos y no creemos en lo que somos, nada tendría importancia, ni el bien ni el mal, y ciertamente no importaría la diferencia entre estar vivos o muertos. Y en términos jurídicos es muy difícil sustentar una responsabilidad si aceptamos que la persona muta de identidad, peor aún, que la identidad no existe. No obstante, existe un serio peligro: apoyarnos en un solo elemento o criterio para definir al ser humano es peligroso, toda vez que el ser humano es complejo, tiene una historia que no puede ignorar y mucho de lo que es reside en su pasado, en lo que ya ha sido. Es necesario distinguir entre muchas identidades ¿biológica, de conciencia, de memoria, etc.-a la hora de trazar el estatuto jurídico de las personas. QUINTA. La reproducción sexual es una de las características esenciales de nuestra especie. Sin embargo, con las diferentes técnicas actuales y futuras, todo aquello que fue inamovible hasta ahora dejará de serlo. Ya estamos en los umbrales de alterar o manipular rasgos y genes a nuestro arbitrio como también de clonar, sin dejar nada al azar. Es decir, en lugar de procurar que la vida sea un viaje a lo desconocido, optamos que sea a lo conocido, al menos genéticamente. La clonación y paraclonación darán lugar a otros tipos de relaciones de parentesco, otras formas de familia. En algunos casos intervendrán más de dos personas para traer a un niño al mundo, como es el caso de la paraclonación donde técnicamente intervienen `dos madres¿ y si consideramos a la gestadora hasta una tercera mujer. El Derecho tendrá que reflejar este tipo de situaciones, reconociendo diferentes derechos y obligaciones de donantes de materiales genéticos y de otros participantes de procedimientos que resulten en el nacimiento de niños. SEXTA. La clonación nos hace entrever la importancia de los rasgos físicos, de los que teníamos una posición ambivalente cuando no ambigua. Concretamente el sustrato físico parecía haber perdido importancia en temas de identidad pero ante la posibilidad de clonar, las características físicas cobran importancia como si fuesen sinónimos de identificación e identidad en muchas instancias y objeto de una innegable atención y las razones de ello. La clonación nos obliga a poner sobre la mesa el concepto de identidad genética. Es necesario trazar un derecho a una identidad genética única que no es fácilmente defendible con los instrumentos que tenemos en la actualidad. SEPTIMA. El uso de materiales genéticos de origen animal en los experimentos plantean cuestiones que afectan a la identidad de la especie humana, qué nos diferencia de los animales, por qué se rechazan ciertas mezclas humano-animales. Para afrontarlas buscamos posibles características determinantes y únicas del ser humano, construyendo conceptos de especie que no ofrecen respuestas concretas y suscitan objeciones diversas. El concepto de especie es un criterio arbitrario con fines prácticos pero dista mucho de ser una explicación que nos ayude a determinar lo que es el ser humano. A pesar del éxito en el trazado del mapa del genoma humano, los genes no son suficientes para identificarnos, ya que no hay un gen único del ser humano, que sea común a todos, que todos compartamos en todo momento. Se ha planteado la posibilidad de determinar ciertas capacidades que serían únicas del ser humano pero nos enfrentamos una vez más que no toda la humanidad la comparte en todo momento y las capacidades cognitivas tampoco podrían ser definitorias, no se podría decir que alguien no es ser humano por carecer de una capacidad como en los casos marginales. Entonces ¿qué nos hace humanos? Desde esta perspectiva aparentemente no somos capaces de explicarnos qué somos. OCTAVA. El desarrollo de las tecno-ciencias podría, por tanto, causar la creación de nuevas entidades inter-especies, que acabarían con las tradicionales disyuntivas animal-humano, al tiempo que erosionarían las bases de la dignidad humana, toda vez que el sustrato físico humano es considerado una condición sine qua non, pero con las fronteras borrosas entre lo humano y animal, las atribuciones también se tornan, por lo menos, borrosas. Razón por demás importante para indagar qué queremos proteger cuando hablamos de dignidad. Lo que ahora parece ser una simple especulación académica podría acabar corrigiendo la definición de sujeto de derecho, puesto que la sola idea de la aparición de entidades con considerable cociente intelectual superior o similar a la humana, con auto-conciencia, autonomía y otros, nos inquieta. Los cimientos de nuestros sistemas legislativos y organización social tambalearían tratando de ajustarnos a las nuevas entidades o personas, integrándolos a nuestras comunidades. Los animales son cada vez más respetados y protegidos, se trata de evitarles el sufrimiento, y la doctrina del antropocentrismo tambalea y como mencionamos, nuestro estatuto ontológico ya no será el mismo. NOVENA. El ser humano está en constante movimiento y siempre ha procurado superar sus limitaciones, necesita crear, prueba de ello son los avances de las ciencias y tecnologías. No obstante, de allí también ha nacido una fe en que podremos lograr grandes conquistas, que incluyen no solamente de curar o evitar enfermedades sino intervenir en organismos sanos con el fin de lograr mejoras radicales. Mejoras que implican cambios en nuestra biología y en nuestra descendencia de forma irreversible, gracias al desarrollo de las tecnologías de convergencia, de la inteligencia artificial, biología sintética, robótica, fusiones con super-ordenadores y máquinas, cíborgs y muchos más. El debate ético-jurídico en torno a las mejoras radicales y osadas de estas magnitudes que pueden poner fin a todo lo que conocemos como ¿características humanas¿ eleva voces que instan a la precaución, seguridad y protección. Las razones son fundadas si tenemos en cuenta que lo que se intenta lograr en realidad es el advenimiento de los post-humanos. DECIMA. El posthumanismo surge como consecuencia del materialismo reinante en las sociedades actuales, que no deja cabida a posturas teocéntricas ni a aspiraciones espirituales que pudiera tener el ser humano. Las tecno-ciencias ocupan el lugar de las religiones: no admitimos lo que no puede ser probado científicamente, pero la fe en las ciencias es prácticamente ciega. Buscamos cánones que se ajusten a la nueva realidad desde una filosofía materialista, reduccionista, pragmática y hedonista, siendo el ser humano el centro, el fin y también el medio. El paradigma del orden universal ha cambiado pues nos alejamos de todo aquello que otrora considerábamos como parte esencial del ser humano, base del estatuto ontológico exclusivo, superior a los animales y objetos. Nos enfocamos y potenciamos aspectos materialistas y conmensurables. Estamos absortos en el proyecto inacabado que es el ser humano, en una carrera por alcanzar un estadio evolutivo mejor, superior al actual, que logre rebasar todo límite conocido. UNDÉCIMA. Nos encontramos en un estadio en el que no sabemos exactamente lo que somos ni lo que nos caracteriza y distingue, pero hay autores que abogan por mejorarnos, partiendo de la base de que si nuestras capacidades cognitivas son las que nos elevan a un estatuto ontológico superior, bastará tener más capacidades para escalar. Todo esto nos tiene atrapados en una carrera sin retorno posible y sin saber con qué nos hallaremos en el otro extremo. Se procuran mejoras extremas del cerebro, funciones cognitivas extraordinarias o post-humanas. Hablamos también del milenario deseo del ser humano de conquistar los males que lo aquejan y la muerte. Observamos que el camino hacia la singularidad tecnológica ya se ha iniciado, desatando toda clase de consecuencias ético-jurídicas en términos de igualdad, justicia, libertad, autonomía y muchos más. Ante esta situación, debemos preguntarnos cuál es el límite permitido para intervenir en el ser humano, y hasta dónde llega el derecho del hombre a alterar sus funciones. Para prohibir o permitir una mejora humana radical deberíamos saber qué es ser humano, qué nos distingue de los no humanos. DUODÉCIMA En los albores del auge tecno-científico, autores como George Annas clamaron por prohibiciones de todo tipo de experimentos que amenacen la conservación del ser humano como tal, prohibiendo ciborgs o entidades humano-máquinas junto con la clonación humana, la ingeniería genética y los órganos artificiales por medio de un tratado internacional. Propiciaban el principio de precaución y tildaron de soberbia humana, ya que además de ser anti-natural, consideraban que serían ofensas hacia el don que significa la vida y la dignidad humana. Para los partidarios de las mejoras, obviamente, las prohibiciones y este tipo de cuestionamientos son fútiles porque el cambio de paradigma es tal que ya no es una diferencia en la forma de pensar entre una generación y otra. Estamos frente a un adiós existencial, truncando las líneas de pensamientos que habíamos observado a lo largo de la historia y un menosprecio por el patrimonio filosófico alcanzado. Ya no podemos pensar en términos de superioridad vertical en el estatuto ontológico del ser humano. Lo cierto es que a medida que avanzan los desarrollos científicos, los procedimientos son considerados y probados como más seguros y las tajantes exclamaciones de prohibiciones iniciales ya no tienen la misma fuerza. Se hacen interpretaciones laxas acordes con necesidades de todo tipo: de mercado, competitividad, réditos, dictados de los sistemas de salud, consenso popular, intereses creados, etc. y las prohibiciones se desvirtúan en forma gradual. DÉCIMOTERCERA. Los principios bioéticos y de filosofía jurídica que tenemos en la actualidad, no son suficientes para hacer frente a los desafíos y cambios que proponen las ciencias y la tecnología. En concreto, no tenemos principios ni bases para hacer frente a un cambio de identidad, no tenemos medios para frenar el deterioro de mecanismos de defensa de la dignidad humana. El desarrollo científico nos obligará a ser más creativos para hacer frente a situaciones sui generis. Nos preguntaremos qué porcentaje de hibridación debería presentar una entidad para ser considerado animal, humano o máquina, qué capacidades o características son calificables como humanas -en el entendido de que supiésemos o estuviésemos de acuerdo-. También habríamos de indagar qué porcentaje del cerebro debería ser de origen humano para ser considerado humano. Pero en todo caso, ya no seremos los únicos sujetos de derecho. Será tarea de todos hacer frente a los avances desproporcionados contra nuestra identidad, dignidad, autonomía, libertad, vida, bienestar, luchas por nuestros derechos y por cumplir nuestras obligaciones. DECIMOCUARTA. Solo hace unos años, cuando leíamos por primera vez libros relacionados a inteligencia artificial, transhumanismo y enriquecimiento humanos, no podríamos haber imaginado la velocidad con la que todas estas cuestiones se convertirían en una realidad tan palpable para todos y seguramente los futuros cambios serán aún más vertiginosos y radicales. Nos enfrentaremos a toda una gama de nuevos desafíos a nuestros ordenamientos jurídicos, éticos, morales y a la organización social, con muchas tareas a realizar a este respecto por juristas, filósofos, bioéticos, y mucho que pensar para todos nosotros los seres humanos. No obstante, si afrontamos adecuadamente estas tareas, el futuro se presenta muy prometedor. Por todo ello, a pesar de la agresividad o temeridad con que se trata de atacar al ser humano, lo menos que podemos augurar es que lo mejor está por venir.