Vida humana embrionaria y biotecnologíaLa dignidad humana como límite último de las investigaciones biotecnológicas

Laburpena

Desde mediados del siglo pasado estamos experimentando un vertiginoso desarrollo de los avances científicos en muy diferentes ámbitos, siendo los que están teniendo lugar en el campo de las ciencias biomédicas los que suscitan en nosotros unos más claros sentimientos ambivalentes: por un lado nos maravillan pues generan grandes esperanzas en cuanto a la mejora de la calidad de vida, pero por otro producen una muy seria preocupación ya que se desconocen los peligros que pueden acarrear para la humanidad. A modo de ejemplo, podemos decir que entre los aspectos positivos de estos adelantos están los beneficios que conllevarán para nuestra salud las terapias génicas, que relegarán al pasado las actuales técnicas de la medicina convencional, asegurándonos tratamientos a medida para patologías que ahora tienen muy difícil solución. En la cara opuesta, resulta patente que hay una serie de prácticas ubicables en el terreno de la biotecnología que son ciertamente dañinas para algunos de nuestros bienes más esenciales; nos referimos, también por ejemplo, a los intentos de clonación de seres humanos o a los usos que están relacionados con el embrión generado in vitro. Todo esto trae consigo, como es natural, múltiples interrogantes éticos y jurídicos a los que se debe dar respuesta, lo que nos obliga a replantearnos, más ahora que en ningún otro momento, qué es el ser humano y qué valor y sentido tiene su vida. Pues bien, con este trabajo hemos pretendido revelar lo que de verdad esconde dentro de sí cada ser humano individualmente considerado, y para ello nos hemos visto obligados a llevar a cabo un análisis, si se nos permite la expresión, pensado tanto con la razón como con el corazón. Un análisis con el que hemos penetrado en lo que hay de trascendente en el ser humano y que nos ha llenado de una deliciosa fascinación al descubrir lo maravilloso que define nuestra esencia. Hemos querido, en suma, entender lo que verdaderamente somos para, a partir de ahí, valorar con solidez y justicia algunas de las actuaciones que se integran dentro de las ciencias biomédicas y mostrar cuáles son los límites que deben imponerse a este tipo de investigaciones, las cuales afectan de manera muy especial al ser humano en las primeras fases de su desarrollo. Es este, sin lugar a dudas, el gran perjudicado de estos adelantos, el centro de una paradójica y triste realidad propiciada por el debate pseudocientífico sobre el comienzo de la vida humana, huérfano de objetividad y neutralidad, que con frecuencia aparece en los medios de comunicación social: el ser humano más indefenso que cabe imaginar, que debería ser acogido y arropado en el seno materno como el tesoro más preciado, queda en muchas ocasiones fuera de la custodia y protección de la mujer a merced de la voluntad de un buen número de personas e instituciones que le dan un trato deshumanizado, similar al que puede recibir cualquier cosa que es objeto del comercio más despiadado. Hay muchos trabajos que abordan el tema del estatuto del embrión humano y que tratan de justificar si se puede o no atribuir al mismo dignidad, pero pocos lo hacen partiendo del origen y evolución del universo, analizando la composición y esencia de la materia hasta llegar al fundamento o raíz de la vida del hombre. Además, pocos abordan conjuntamente lo anterior, como aquí sí hacemos, con el análisis de los principales adelantos en el terreno de la biomedicina, configurándose así este trabajo como un estudio global que nos ha permitido comprobar qué prácticas propiciadas por dichos adelantos son contrarias a la dignidad del embrión humano y cuáles son éticamente admisibles