Los humores de la arquitectura. De lo gráfico a lo irónico
- OTEGUI VICENS, IDOIA
- Fernando Quesada López Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Alcalá
Fecha de defensa: 18 de mayo de 2023
- María Teresa Muñoz Jiménez Presidente/a
- María Angeles Layuno Rosas Secretario/a
- Ramón del Castillo Santos Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El humor refleja el momento sociocultural de la sociedad, es un poderoso mecanismo para comprender los modos de sentir y pensar de la cultura, y también uno de los recursos más directos, sutiles e inteligentes para criticarla. Si la arquitectura forma parte de este contexto, parece lógico pensar que el humor extiende también sus vectores a la crítica de su pensamiento y a la práctica arquitectónica. Además, evolucionan de forma paralela, por lo que si el uso del humor en la sociedad ha ido creciendo exponencialmente en los últimos tiempos manifestándose en lugares donde antes era impensable, también lo hará en el marco arquitectónico. Trataremos de entender y analizar los modos de proceder del constructo humor y verificarlos en el ámbito de la arquitectura, para que en esa posible relación podamos arrojar algo de luz para comprender mejor las líneas que configuran el panorama arquitectónico de las últimas décadas. La arquitectura es potencialmente creativa y la creación y el humor responden a una misma lógica. El proceso proyectual arquitectónico alterna modos de pensamiento deductivo e inductivo, resolviendo mediante la analogía, y el humor construye representaciones analógicas para su comunicación. Ambos se relacionan con la incongruencia o yuxtaposición de dos marcos de referencia, la interpretación, el contraste o la manipulación. El humor es una potente arma de comunicación, la lógica del lenguaje está sujeta a reglas semánticas y sintácticas que producen representaciones verbales tradicionales, y lo que puede aplicarse a la creación humorística es precisamente el uso impropio de estas reglas. Surge así una nueva creación lingüística que junto con la capacidad analógica sirve para innovar y comunicar una nueva experiencia, cuyo mecanismo transformador puede aplicarse tanto en el proceso humorístico como en la creación proyectual arquitectónica. Dos son los medios con los que los arquitectos manejan el humor con mayor destreza; pensando con imágenes, dibujando, la versión gráfica del humor: la caricatura, y haciendo lo contrario de lo que piensan, la versión seria del humor: la ironía, cuya práctica puede hacernos caer en la adicción. Ambas son la excusa para presentar de forma taxonómica una colección de arquitecturas o fragmentos singulares, heterogéneos, cuya afinidad produce un saber extraño (nunca cerrado), agrupados en diferentes géneros, figuras retóricas y manipulaciones formales que generan una nueva lectura y tantas interpretaciones como lectores. La narración será por tanto de carácter fragmentario y con un alto grado de entropía, una organización no cronológica pero fechada que produce nuevas relaciones, conexiones entre proyectos, vínculos, contactos que cada espectador/lector podrá detectar según su grado de implicación, sus competencias culturales y su sentido del humor y que, en definitiva, despiertan el pensamiento.