La Vaguada de Cantarranas: visiones y relatos de un lugar soterrado

  1. CALLAWAY, NICHOLAS FORD
Dirixida por:
  1. María Aurora Fernández Polanco Director

Universidade de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 16 de outubro de 2023

Tribunal:
  1. Selina Blasco Castiñeyra Presidente/a
  2. María Rosón Villena Secretario/a
  3. Valentí Roma Serrano Vogal
  4. Lidia Amalia Mateo Leivas Vogal
  5. Justin Crumbaugh Vogal

Tipo: Tese

Resumo

Esta tesis estudia la desaparecida Vaguada de Cantarranas, parte de la antigua Finca de la Moncloa y, más tarde, centro verde que dividía en dos la Ciudad Universitaria de Madrid. Al centro de esta topografía accidentada, rellenada y nivelada en los años 1960, discurría un arroyo que regaba una amplia zona verde, hoy perdida, pero que en otros tiempos representó para los madrileños un lugar cercano a la capital a la vez que alejada de su ajetreo, zona de meriendas dominicales, exploraciones de infancia, ensayos de explosivos, encuentros amorosos, suicidios y paseos. En el imaginario se vinculaba con el legado goyesco, a la vez que se consideraba parte del "paisaje velazqueño". En ella se encontraron los vestigios de uno de los primeros asentamientos prehistóricos de Madrid y, durante la Guerra Civil, representó un tramo clave del frente. Desde un acercamiento al saber experiencial del detalle, esta investigación rescata las memorias de este lugar, desde su morfología física y ecología, su presencia en la vida e imaginario de los madrileños desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX, las vivencias de distintas personas que se vinculaban con ella, y las corrientes artísticas, arquitectónicas y políticas que se entremezclan con su historia. En cuanto a su estructura, el capítulo uno, "Gracia Breve", rastrea la historia del lugar hacia principios del siglo XX, demorándose en la figura de José Viloria, un tranviario, historietista y arqueólogo aficionado que descubrió los restos de un poblado neolítico en la zona de Cantarranas. El capítulo dos, "Aquesta puente que me mata", explora los cambios que experimentó la vaguada con las obras de la Ciudad Universitaria, analizando en detalle las tres obras de ingeniería civil proyectadas por Eduardo Torroja: el Viaducto de los Quince Ojos, el Viaducto del Aire y el muro de contención del Jardín Botánico. También en este capítulo se rescata la figura de la fotógrafa alemana Sibylle von Kaskel, cuya documentación fotográfica de estas obras hoy perdidas o degradadas constituye una fuente importante para su conocimiento. El tercer capítulo, "Hora trágica", documenta el paso de la Guerra Civil por la vaguada, documentándose sobre todo a partir de material fotográfico y fílmico producido por ambos bandos. La última sección de este capítulo incluye, además, una reconstrucción de la trayectoria de Eduardo Torroja durante la guerra y posguerra. El último capítulo, "Iberia sumergida", ofrece un recorrido por los procesos primero de recuperación y después de destrucción de la vaguada, desde la posguerra hasta finales de los años sesenta. A la par que explora, basándose en la experiencia propia del lugar, el estado actual de la zona, se vale también de fuentes inéditas de archivo, tanto administrativas como literarias, para entender cómo se fue conformando el paisaje actual. Esta exploración también se basa en fuentes orales de quienes vivieron esta transformación, en particular el testimonio del artista Gerardo Aparicio, pintor de la última representación conocida del Viaducto del Aire.