La Corte en devociónrituales de santidad en el Madrid de Felipe V

  1. Juan A. Sánchez Belén 1
  2. Benito Rodríguez Arbeteta 2
  1. 1 Universidad Nacional de Educación a Distancia
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    Universidad Nacional de Educación a Distancia

    Madrid, España

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  2. 2 Universidad de Sevilla
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    Universidad de Sevilla

    Sevilla, España

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Revista:
Boletín de la Real Academia de la Historia

ISSN: 0034-0626

Any de publicació: 2023

Tom: 220

Quadern: 3

Pàgines: 493-530

Tipus: Article

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Resum

La sociedad española de los siglos modernos era, sin género de duda, esencialmente religiosa, como la población europea en su conjunto, cualquiera que fuera el credo que profesaba, hasta el punto de que algún autor ha llegado a decir que el hombre barroco veía a Dios “aun en los repliegues más impuros de la vida humana”1. Esta religiosidad, impregnada a menudo de expresiones rayanas en la superstición, consecuencia tal vez del extremismo al que había devenido la corriente mística iniciada en la segunda mitad del siglo xvi2, no solo se vivía de manera interiorizada por el creyente, sino que se proyectaba hacia el exterior, opciones con las que todos los católicos estaban de acuerdo, aunque algunos insistieran en priorizar las ceremonias externas3. Semejante tendencia alcanza su mayor esplendor en la primera mitad del siglo xviii, dominada por el planteamiento doctrinal de los jesuitas, pues las celebraciones litúrgicas, tanto las que tenían lugar en los templos como en los espacios públicos, sabiamente diseñadas, por otro lado, buscaban provocar en los fieles, mediante las emociones que experimentaban ante el fasto y la riqueza desplegados por el clero secular y las comunidades religiosas, una catarsis que contribuyera a reforzar sus creencias de manera colectiva y sin fisuras4, además de proporcionarles dosis elevadas de felicidad gracias a dicha comunión con Dios5.