Entender la democracia

  1. Lucrecio Rebollo Delgado coord.

Argitaletxea: Dykinson

ISBN: 978-84-1070-363-6

Argitalpen urtea: 2024

Mota: Liburua

Laburpena

Este trabajo tiene como misión primordial mostrar cómo se configura nuestro sistema básico de ordenación social en la actualidad, de dónde surge, cómo funciona, y cuáles son sus debilidades, y singularmente, cuáles pueden ser las circunstancias para su deterioro o desaparición. Se tiende con frecuencia a atribuir los grandes avances de la civilización a cuestiones tan concretas como la revolución industrial, el desarrollo de la tecnología, Internet, la expansión de la educación y la cultura, la sanidad, la ciencia, y a otros aspectos de la vida del hombre. Pero se obvia que todos ellos han sido posibles en un contexto social, en unas condiciones favorables, que esencialmente se dan en las denominadas democracias liberales, y que se concretan en la forma de vida de los individuos, y en los grupos en que se integra. El objetivo de esta obra es hacer relato divulgativo de aquello sobre lo que tenemos ya una larga perspectiva histórica y que posee una complejidad intrínseca, la organización social. Donde es fácil confundir las causas con las consecuencias, los objetivos con los fracasos, y todo ello sumido en una constante niebla ideológica, que en la mayoría de las ocasiones hace inviable obtener una visión objetiva, nítida, que sea útil para el futuro. El camino que debemos tomar es indefectiblemente unidireccional, no podemos prescindir de la organización estatal, y tampoco de un modo eficaz de ejercer el poder. La fórmula más avanzada que conocemos para conseguir estos objetivos es el Estado social y democrático de Derecho. Si tenemos en cuenta que la organización social y la voluntad política se canalizan hoy a través del partido político, y que todo ello se garantiza con el reconocimiento en un texto normativo, de aplicabilidad directa y rango jerárquico superior que es expresión de la voluntad popular, y al que denominamos constitución, tendremos identificados los elementos esenciales que entran en juego, y a partir del análisis de todos ellos, podremos obtener claras conclusiones. Estamos afortunadamente condenados a conservar estos logros, e inexorablemente obligados a perfeccionar su conformación y su funcionamiento. El Estado es hoy el soporte institucional de nuestro modelo de democracia, y la constitución es elemento de garantía de su existencia. Estado, constitución y democracia son tres elementos directamente interrelacionados y con una dependencia mutua, en la que el partido político es el elemento básico de ensamblaje y funcionamiento. Es a partir de lo que tenemos desde donde hemos de adecuar o transformar nuestro sistema de organización social. Si como manifestara Aristóteles, la felicidad es “el fin supremo de nuestras actuaciones”, para alcanzarla, tanto a nivel individual, como colectivo, no parece existir alternativa, debemos canalizar estas a través del Estado social y democrático de Derecho, para lo que es requisito esencial conocerlo, en definitiva, entender la democracia.