Estatura y niveles de vida en la España interior, 1765-184

  1. García Montero, Héctor
Dirixida por:
  1. Vicente Pérez Moreda Director
  2. Enrique Llopis Agelán Director

Universidade de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 19 de febreiro de 2014

Tribunal:
  1. Rafael Dobado Presidente/a
  2. José Antonio Sebastián Amarilla Secretario/a
  3. José Ubaldo Bernardos Sanz Vogal
  4. Ramón Lanza García Vogal
  5. José Miguel Martínez Carrión Vogal

Tipo: Tese

Resumo

La presente tesis doctoral estudia la evolución de los niveles de vida en la España interior entre 1765 y 1840 a través de dos variables: la estatura media y los salarios reales. La estatura media adulta, un indicador del estatus nutricional neto, muestra varias fases en su evolución: tras un estancamiento inicial, una caída en los nacidos en la década de 1780 que se prolonga hasta inicios del Ochocientos, un fuerte ¿pero efímero- repunte durante las crisis de subsistencias de 1800-1815 y, finalmente, una mejora sensible en los nacidos entre la derrota napoleónica y 1840. El estudio de las diferencias socio-ocupacionales en la estatura revela una creciente desigualdad hasta inicios del Ochocientos, una reducción drástica tras la Guerra de la Independencia y una recuperación posterior en la década de 1830. De la inserción de los resultados en el contexto europeo se obtienen los siguientes resultados: se confirma el patrón europeo de deterioro nutricional en la segunda mitad del siglo XVIII, aunque no entre los territorios que lo sufrieron más; el balance positivo entre 1790 y 1840 contrasta con el deterioro sufrido en los pioneros de la industrialización ¿como Inglaterra o Sajonia- y muestra mayor similitud con el sur, centro y este de Europa; la estatura media de los españoles se situó a finales del siglo XVIII en niveles bajos pero similares a los del sur y este de Europa, ganando posiciones después hasta superar a Inglaterra, Sajonia o algunas regiones francesas en 1840; finalmente, la desigualdad ¿diferencia entre el grupo sociocupacional más alto y más bajo-, estuvo en puestos intermedios en la primera época y evolucionó en la segunda hasta ser una de las menores. Por lo que respecta a los salarios se detecta un gradiente en los pagos por las diversas faenas agrícolas según la tarea, la cualificación necesaria para la misma y el sexo del jornalero. La serie de referencia, el jornal masculino no cualificado, tras una fase de estabilidad hasta finales del decenio de 1780 inició una subida que sólo se revierte tras la Guerra de la Independencia, cuando comenzaría a caer hasta situarse finalmente en los valores del inicio. El resto de las series siguieron una trayectoria en el largo plazo similar, aunque con divergencias a corto. La ¿discriminación¿ en los jornales pagados a mujeres (gender gap) y el diferencial entre trabajos cualificados y no cualificados (skill premium) registró variaciones. El perfil encontrado en el índice de precios es parecido, escondiendo dos ciclos en la trayectoria de los precios relativos: en una primera fase el trigo se encarece frente al resto de alimentos y tras el fin de la Guerra de la Independencia sucede lo contrario. Lo cual parece indicar un progresivo empeoramiento, caeteris paribus, de la dieta en su cantidad y diversidad y una posterior mejora. Finalmente, los salarios reales se redujeron desde finales de la década de 1790, subieron a partir del cambio de centuria, alcanzaron máximos a finales de la década de 1820 y volvieron a caer después; el balance final fue de una ligera mejora, fruto de la caída de precios ya que los jornales volvieron a sus valores iniciales. Del impacto que sobre las rentas familiares tuvieron otras formas de ingreso distintas al salario agrícola del cabeza de familia se desprende que la caída real pudo ser menor a finales del Setecientos y el incremento aún mayor entre 1815 y 1830. La comparación con otras series rurales, regionales e internacionales, revela cómo los salarios reales en términos de trigo fueron más bajos. Tan sólo en las décadas de 1810 y 1820, fruto de la intensidad de la deflación en la España interior, consiguieron superar a otras series, incluyendo la inglesa. Respecto a su evolución, fue similar en el largo plazo en todos los territorios, destacando en el caso de la España interior la intensidad de su incremento entre 1815 y 1830.