Las poblaciones del Holoceno inicial en la región cantábricacambios ambientales y microevolución humana

  1. Drak Hernández, Labib
Dirigida por:
  1. María Dolores Garralda Benajes Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 22 de enero de 2016

Tribunal:
  1. María Teresa Chapa Brunet Presidente/a
  2. Vicente Fuster Siebert Secretario/a
  3. Pablo Arias Cabal Vocal
  4. José Manuel Maíllo Fernández Vocal
  5. Virginia Galera Olmo Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Al inicio del Holoceno se produjo una mejora climática que desencadenó una modificación del ambiente, la flora y la fauna. Los grupos humanos que habitaban la región cantábrica debieron adaptarse a un ambiente más parecido al actual. Los fósiles humanos correspondientes a este periodo no son muy numerosos en Europa occidental, y en especial en España, si bien en los últimos años se han hallado en varias cuevas de la región cantábrica restos humanos, algunos en sepulturas y otros aislados, que han sido bien documentados y datados por 14C sobre los que hemos centrado nuestro trabajo. A partir de los fósiles mesolíticos de las cuevas de Los Canes, La Poza l¿Egua, Colomba, Tito Bustillo, Cuartamentero y El Mazo se ha realizado un estudio antropológico completo, valorando su estado de conservación, estimando el NMI, la edad al fallecimiento y el sexo de los mismos. También se describieron detalladamente los fósiles, se registraron las medidas antropométricas y caracteres discretos del esqueleto craneal e infracraneal, se valoró la posibilidad de parentesco biológico entre algunos de los fósiles, y se llevó a cabo el estudio de los indicios paleopatológicos que presentaban los individuos, y su comparación con otros del Mesolítico y del Paleolítico superior final. También se estudiaron mediante la técnica de la Arqueotanatología las tres estructuras mesolíticas mejor conservadas de Los Canes y la de Tito Bustillo. Los fósiles humanos analizados incluyen restos aislados e individuos más o menos completos. La mayoría de los fósiles estudiados provienen de la cueva de Los Canes, incluyendo individuos de diferente sexo y edad. Las medidas antropométricas craneales, dentales y post-craneales, la estatura y estimación de la masa corporal de los fósiles mesolíticos de la región cantábrica se encuentran dentro del ámbito de variación de otros mesolíticos de la Península Ibérica y otros de Europa occidental (Francia e Italia). El pequeño tamaño muestral disponible para los fósiles mesolíticos de la región cantábrica (a veces solo representados por un hueso aislado), y sus diferentes cronologías no ha permitido detectar por el momento indicios de una regionalización, como otros autores sugirieron para otras regiones europeas. La mayoría de los fósiles estudiados muestran en sus denticiones un importante desgaste oclusal, especialmente acusado en los dientes anteriores. También en los dientes aparecen varios casos de patologías, con caries y pérdidas dentales ante-mortem. Pero estas afecciones están ausentes en otros individuos, probablemente a causa de la ingestión de dietas diferentes (con más o menos alimentos cariogénicos) o a características inmunogenéticas diferentes de unos u otros individuos, como también ocurre hoy en día. Asimismo, en diversas regiones esqueléticas los mesolíticos estudiados presentan algunas entesopatías, que demuestran la importante actividad física desarrollada a causa de las actividades cotidianas. Los fósiles fueron escaneados usando tomografía computerizada (TC), lo que permitió descartar algunas posibles patologías que parecían presentar. También se consideraron los posibles indicios de comportamientos violentos o a razones mágico-religiosas que podrían haber sufrido los individuos de Los Canes 1A y Cuartamentero. La presencia de líneas de hipoplasia en Los Canes 2B y 2A indican que los individuos sufrieron episodios de estrés inespecíficos, durante su crecimiento. La aplicación de las técnicas de la Arqueotanatología de las estructuras I, II y III de la cueva de Los Canes y la de Tito Bustillo nos permiten demostrar su carácter primario, con una reutilización sucesiva de la sepulturas en el caso de las de Los Canes. El estudio de los fósiles mesolíticos de la región cantábrica aporta nuevos datos sobre las características físicas y los modos de vida de los grupos humanos cazadores-recolectores que habitaban dicha región y plantea interesantes cuestiones sobre las que seguir investigando.