Concepciones infantiles sobre la exclusión étnica en inmigrantes latinoamericanos que residen en Estados Unidos
- Gómez, Lila
- Alejandra Navarro Sada Director/a
Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid
Fecha de defensa: 03 de febrero de 2016
- Marta Giménez Dasí Presidente/a
- Claudia Messina Albarenque Secretario/a
- Laura Quintanilla Cobián Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Actualmente, el planeta entero experimenta cambios cada vez más dramáticos en cuanto a su constitución demográfica. Fenómenos como la globalización y la inmigración trastocan la vida de millones de personas y el cotidiano vivir se ve impregnado de novedosos encuentros protagonizados en un lugar común por personas de distintas realidades, por la población autóctona y por esos seres diferentes llamados inmigrantes. En cada país receptor de inmigrantes se manifiestan múltiples maneras de entretejer las relaciones cotidianas entre los grupos dependiendo del momento y del lugar en el que se realizan. Estos intercambios pueden resultar benéficos para ambos sectores de la población o pueden ser un mal necesario, según se vea. En países con un alto nivel intercultural, las relaciones entre sus habitantes han sido en ciertos momentos sumamente tensas desencadenando relaciones marcadas por la desigualdad. Parecieran estar gobernadas por estereotipos, prejuicios y actitudes negativas hacia las personas distintas, las que físicamente se ven diferentes, las que hablan de otra manera o tienen costumbres extrañas. En diversos lugares del mundo y, en especial, en los Estados Unidos -país en el que residen los participantes de este es trabajo de investigación-, las relaciones entre los diferentes grupos étnicos continúan siendo tensas. A pesar de que la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1954 tomara la decisión unánime de rechazar la doctrina de “separados pero iguales” a partir del caso Brown vs. Board of Education y declarar que la segregación educativa patrocinada por el estado era injustificada e inapropiada. El caso Brown ha constituido sólo un paso, aunque trascendente, para desmembrar la segregación escolar en el país. Sin embargo, sus resultados son todavía inciertos. Quintana y Bernal (1995), señalan que la sociedad estadounidense parece tener actitudes opuestas hacia las cuestiones étnicas, ya que, por una parte, puede percibirse que el racismo ha prevalecido de manera moderna y simbólica, mientras que a la vez, se ha incrementado la aceptación de la diversidad y el entrenamiento anti-racista entre la sociedad (p.117). Al respecto, investigadores como Cavalli-Sforza y Cavalli-Sforza (1999), han estudiado el término de raza indicando que a finales del Siglo XIX aludía a una separación biológica entre los individuos, con características inmutables y trasmitidas hereditariamente. En la descripción de este concepto se incluían las supuestas actitudes y aptitudes psicológicas adscritas a los diversos grupos humanos que explican ciertas diferencias culturales, por lo que se podría entender que existía una jerarquía entre razas que estaba justificada biológica y psicológicamente. En sus estudios, tales autores niegan toda base científica al racismo, indicando que no hay fundamento científico para clasificar a los seres humanos en razas. Sin embargo, su uso tanto en la literatura científica como popular se ha mantenido a pesar de que diversos estudiosos sobre el tema proponen que sea desechado por completo1. Lo anterior es importante ya que es indudable que la investigación científica realizada en el área de la psicología ha tenido una fuerte repercusión en las decisiones que el estado puede tomar en la formulación de leyes que beneficiarían las relaciones de igualdad entre los seres humanos, evitando el desarrollo de actitudes prejuiciosas o discriminatorias. Así, a partir de la segunda mitad de 1950, los científicos sociales han profundizado en el estudio de las relaciones discriminatorias y prejuiciosas entre los grupos humanos basadas en la pertenencia a determinado grupo étnico. Los prejuicios, la discriminación y las situaciones de exclusión hacia los grupos étnicamente minoritarios, son entidades que llegan a ocupar un lugar decisivo en la forma de pensar, de hablar y de relacionarse entre las personas, especialmente en países en donde existen grupos minoritarios debido a la creciente inmigración. De acuerdo con Gaertner y Dovidio (1986), la discriminación y la exclusión por motivos étnicos siguen A partir de este momento se asume la tesis de estos autores. Por ello, se emplearán itálicas cada vez que se aluda a la palabra raza. manifestándose en el acontecer cotidiano, sólo que ahora y, debido a la legislación que las califican de ilegales e inmorales, se cuidan las maneras bajo las cuáles se expresan, siendo casi imperceptibles incluso por los mismos sujetos víctimas de discriminación (p.317). Al profundizar sobre el concepto de discriminación encontramos que “involucra acciones que pueden ser dañinas para algunas personas por pertenecer a cierto grupo” (Fishbein, 1996, p.7). La discriminación continúa siendo un fenómeno de graves consecuencias para quien la recibe y conlleva actitudes separatistas. Aunque no es el propósito de nuestro trabajo hacer un estudio detallado del origen del prejuicio, resulta necesario mencionar sólo algunas de sus características debido a su estrecha relación con la discriminación y, por ende, con las situaciones de exclusión. A Albert Einstein se le ha atribuido la siguiente afirmación: “es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”. Por su parte, Gordon Allport (1950), en su libro La Naturaleza del Prejuicio establecía que los prejuicios son una expresión de hostilidad y rechazo basada en la membrecía del individuo con determinado grupo por lo que era resistente al cambio. Señaló también una diferencia entre las preconcepciones ordinarias y los prejuicios, afirmando que las primeras constituyen una parte esencial en los seres humanos y que resultan necesarias para establecer cierto orden en la categorización de las personas, mientras que los prejuicios eran una antipatía basada en una generalización errónea e inflexible. Por otra parte, Francis Aboud, (1988, 2005) -cuyos planteamientos han guiado parcialmente la presente investigación- desde una perspectiva sociocognitiva sobre el prejuicio- afirma que los seres humanos tienden a establecer categorías basadas principalmente en estereotipos, los cuales son meramente descriptivos, mientras que los prejuicios tienen un carácter evaluativo. Dichas predisposiciones están relacionadas con el desarrollo de las capacidades cognitivas que los individuos tienen en el momento de procesar información, las cuales no permanecen estáticas, es decir, van evolucionando conforme avanza la edad en los niños. Según Aboud, los niños tendrían que tener conciencia de que existen grupos étnicos como prerrequisito para la aparición del prejuicio. Souto-Mannig (2007), proporciona un claro ejemplo de cómo las familias perciben las situaciones discriminatorias y actúan en consecuencia. Realizó un estudio de caso en donde relató que la madre de un inmigrante latinoamericano decidió cambiarle el nombre a su hijo menor al matricularlo en primer curso de primaria ya que su nombre original tenía una fuerte carga étnica por lo que le puso un nombre americanizado con el fin de que lo protegiera de los estereotipos y la discriminación a la que sus hermanos mayores se habían enfrentado (p. 399). El tema de la discriminación étnica, sin duda, despierta el interés no solo de los padres, sino de los profesionales en la educación, del gobierno y sobre todo de los investigadores sociales. Estos últimos se han interesado no sólo por conocer este fenómeno, sino de entender su origen y su desarrollo a fin de incidir en acciones que conlleven a su reducción y con ello evitar las consecuencias que dañan no sólo a los sujetos de discriminación, sino a las sociedades en general. La presente investigación está enfocada en los niños inmigrantes latinoamericanos y en la manera en que conciben la exclusión intergrupal entre iguales. Al adoptar el término concebir nos referimos a la manera particular en que las personas comprenden y encuentran justificación a los actos o sentimientos sobre una circunstancia. Todo esto sin pasar por alto el proceso de transformación que su identidad étnica tiene a partir de los intercambios cotidianos con su grupo étnico y con el grupo mayoritario. Al respecto, Fenton (2003, p. 11), señala que la identidad étnica, se expresa a partir de las circunstancias sociales y puede impregnar toda la vida social de quien apela a ella, movilizando o propiciando la toma de acciones En otras palabras, la identidad étnica, que forma parte de la identidad personal, tiene un carácter dinámico que se reformula de acuerdo con las circunstancias sociales. En el caso de la identidad del niño inmigrante esto reviste especial interés desde una perspectiva sociocognitiva. Por ello, resulta necesario mencionar que en este trabajo el concepto de identidad étnica, la circunstancia de inmigrante latinoamericano en la sociedad estadounidense y el momento socio cognitivo propio del ser niño, son factores que permean la manera en que se conciben las situaciones de exclusión entre iguales. Como se ha mencionado, en Estados Unidos, los inmigrantes, como parte de las minorías étnicas, se encuentran en el último eslabón en la cadena de subordinación. Pero, cuando se es un niño o niña inmigrante, el estatus no puede ser inferior. En este trabajo de investigación, ellos son los protagonistas. Ellos, quienes no han tenido ni voz ni voto en la decisión de emigrar, tampoco la tienen al llegar. Ellos, sin lugar a dudas son los más vulnerables y en el contexto escolar pueden convertirse en los objetivos de las actitudes discriminatorias y de exclusión. Ellos también han tenido que vivir en una sociedad que no conocen y que no entienden. Muchos de ellos fueron separados temporalmente de sus progenitores antes de llegar a su nuevo entorno. Un entorno que con frecuencia es completamente diferente del que provenían, especialmente si residían en poblaciones rurales o pequeños pueblos de México, Centro y Sudamérica. Allá en sus lugares de origen, la percepción de la discriminación posiblemente era parte de lo cotidiano, aunque valdría la pena aclarar que las causas de dicha discriminación pudieran ser distintas a la discriminación entre sus compañeros que ahora pudieran estar viviendo como inmigrantes. Factores como su condición económica y social pudieran haber sido los generadores de cierto tipo de exclusión que ya experimentaban de antaño y hoy estos elementos se han convertido en una prolongación de las condiciones de segregación que ya sufrían en su país de origen, pues muchas veces la exclusión está asociada con la pobreza. La cuestión a estudiar es cómo interpretan y reinterpretan su nueva realidad que muchas veces resulta discriminatoria y en la que las diferencias se convierten en carencias. Exclusión, discriminación, prejuicio y segregación son conceptos que tienen un lugar central en este estudio. Estos términos ocupan un espacio importante en la vida diaria de los inmigrantes. Su expresión ha sido desde sutil hasta violenta y tratar de entenderla desde la perspectiva infantil ha sido una tarea ardua. ¿Cómo un niño o niña justifica y se explica a sí mismo el sentirse diferente, el saberse distinto, el observar que otros juegan y él o ella no forma parte del juego, el sentir algunas veces que no es bienvenido o que es simplemente ignorado o hasta rechazado? La exclusión entre iguales es un fenómeno complejo en el que tanto la forma en que se manifiesta como la manera en que se percibe por los niños y niñas es necesario estudiar. Al respecto y con fin de enriquecer el panorama sobre las concepciones de la exclusión en los niños y niñas, se ha agregado una sección complementaria en la que se pretende poner en perspectiva este problema social (Ver anexo I, titulado “Mi experiencia como maestra en Estados Unidos”). La percepción de actitudes discriminatorias, exclusionistas y discriminatorias traen consigo problemas en los procesos de adaptación por parte de los miembros de grupos minoritarios y puede provocar conflictos –de hecho los provocan- con el grupo mayoritario. Actualmente los hispanos, los latinos o los latinoamericanos -según se les denomine-, son la primera minoría étnica del país y no por coincidencia, son también los más discriminados. Pero, ¿por qué es tan importante enfocarse en la investigación de la exclusión de los niños y niñas? Existen razones económicas relacionadas con la pobreza que tienden a reproducirse. Los menores tanto como los adultos son sujetos de exclusión y el impacto no es menor en los niños aunque si más ignorado. Las consecuencias de la discriminación tienen un efecto en el desarrollo de las actitudes y el desarrollo evolutivo en los años subsecuentes. Con todo esto es importante reconocer que hay un enorme sufrimiento y estrés en las personas que lo viven. Gracias a la gran cantidad de trabajos sobre el impacto que la discriminación, el prejuicio y la exclusión tienen en los inmigrantes, se sabe que sus consecuencias son serias, pues afectan de manera general el funcionamiento psicológico y académico de esta población. De forma específica, pueden afectar a su capacidad de sentirse competentes socialmente, tiene además un impacto desfavorable en su autoestima, está asociado con el incremento de síntomas depresivos, relaciones interpersonales conflictivas, ansiedad, falta de motivación y un bajo rendimiento académico (Berry, 2008; Brown, 2015; Brown y Chu, 2014, Gaertner y Dovidio, 2005; Oxman Martinez et al., 2012; Rumbaut, 1995; Suárez-Orozco Suárez-Orozco, y Todorova, 2008, entre otros). En suma, con este trabajo se pretende, de alguna manera, poder tener una influencia en los contextos escolares, en las familias, en el ambiente científico y en la comunidad en general para que no sólo se ofrezca el apoyo que los recién llegados necesitan en su proceso de incorporación a la nueva sociedad, sino que se activen los mecanismos necesarios para que se mejore la calidad de las interacciones entre los grupos en el ámbito escolar.