Programa extracurricular de educación emocionalacercando niños y padres a la educación centrada en el individuo

  1. MADEIRA, JAQUELINE MARILAC
Zuzendaria:
  1. Ángel Manuel Fidalgo Aliste Zuzendaria
  2. Lucia Helena Pena Pereira Zuzendarikidea

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 2016(e)ko iraila-(a)k 15

Epaimahaia:
  1. Laura Quintanilla Cobián Presidentea
  2. Yolanda Fontanil Gómez Idazkaria
  3. Harriet R. Tenenbaum Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 433793 DIALNET

Laburpena

Cada vez más frecuentemente las escuelas están incorporando como uno de sus objetivos enseñar a sus alumnos habilidades socio-emocionales, especialmente en el ámbito anglosajón. Dentro de la diversidad de opciones, la comunidad educativa debe priorizar aquellos programas de enseñanza de este tipo de habilidades que sean más eficaces. Para poder hacer esto es necesario que haya información suficiente sobre los mismos y una evaluación del programa en relación con los objetivos propuestos. En este contexto, el principal objetivo de la investigación fue desarrollar y evaluar un programa de educación emocional aplicado dentro del contexto escolar como actividad extracurricular. Dicho programa tiene como ejes vertebradores: a) la educación individualizada propuesta por Gardner (1993), b) la teoría sobre la inteligencia emocional de Goleman (1995); y c) la práctica bioexpresiva de Pereira (2005, 2007, 2011). El programa ha sido diseñado atendiendo a cuatro características presentes en los programas exitosos en el entrenamiento de habilidades: está secuenciado paso a paso, usa formas activas de aprendizaje, destina tiempo suficiente al desarrollo de habilidades y plantea objetivos de forma muy explícita. Los citados principios, tanto en inglés como en español, forman el acrónimo SAFE (Sequential, Active, Focused y Explicit / Secuencial, Activo, Focalizado y Explícito). Secuencial, porque todas las sesiones estaban organizadas sobre una estructura común y secuencial: centramiento, base y expresión emocional. Activo, porque los niños practicaban de forma activa las nuevas habilidades a través de actividades como realizar dibujos, escribir cuentos, exposiciones para el resto de compañeros, etc. Focalizado, porque se destinó tiempo suficiente para la enseñanza de habilidades específicas. Explícito, porque el programa contaba con objetivos generales (aprender a calmarse, aumentar la consciencia emocional, desarrollar la necesidad de expresarse y aprender a planificar la propia conducta) y específicos claramente definidos. Una característica adicional de los objetivos específicos es que además de explícitos eran individualizados. El programa también incluyó un taller de padres con el objetivo de que usasen en casa las estrategias aprendidas y de esta forma ayudar a la generalización de las nuevas habilidades aprendidas por los niños. El programa se aplicó a una muestra de 16 niños, con edades entre 5 y 6 años, que asistían a un colegio concertado en la ciudad de Oviedo. Se evaluó el programa atendiendo al grado de consecución de los objetivos generales (comunes para todos los niños) y específicos (propios de cada niño), utilizando como fuentes de información a los padres, las profesoras de los niños y la instructora del programa. El análisis de los resultados del programa muestra un alto grado de consecución de los objetivos del programa, tanto de los generales como de los específicos, por la inmensa mayoría de los niños participantes. La información ofrecida por los padres, la instructora y las profesoras corroboran, por lo tanto, la hipótesis principal que afirma que el programa promueve el aprendizaje de las habilidades objetivo y que funciona para estimular un crecimiento emocional más sano de los niños participantes y de sus familias. De forma adicional, el análisis del efecto de la participación de los padres sobre la consecución de los objetivos confirma la importancia de que la enseñanza de las habilidades socioemocionales no esté restringida solo al ámbito escolar, sino que abarque también el contexto familiar. Por último, análisis cualitativos de las respuestas de los participantes en el programa, así como del cuestionario sobre el grado de satisfacción de los padres con el taller, muestran una percepción positiva del mismo y de sus efectos. Esta característica del programa es altamente positiva, al facilitar la adherencia de los participantes al programa y la aplicación del mismo.