El gesto de señalar no comunicativouna analogía con el habla privada

Resumen

El gesto de señalar ha recibido mucha atención por parte de investigadores interesados en el desarrollo comunicativo y lingüístico. Si bien, desde los años setenta algunos autores han venido destacando que los bebés también pueden señalar por motivos comunicativos. En concreto, la ausencia de una mirada al interlocutor se ha convertido en el principal soporte de esta hipótesis (Bates, Camaioni y Volterra, 1976; Goodhart y Baron-Cohen 1993; Masur 1980, 1983). Sin embargo, los ejemplos de gestos de señalar sin mirada al otro se han observado siempre en contextos sociales, por lo que podría argumentarse que el bebé tal vez da por garantizada la atención de su interlocutor (Murphy, 1978; leung y Rehingold, 1981). Para resolver este problema metodológico, y esclarecer las preguntas sobre la existencia de gestos de señalar no comunicativos, observamos el comportamiento solitario de 16 niños en su segundo año de vida. Dicha observación mostró que, incluso cuando se reduce al mínimo la posibilidad de sentirse atendidos, los niños señalan obviando la atención de los adultos y violando múltiples indicadores de intención comunicativa. Más aún, algunos niños señalaron incluso en una situación de completa soledad (Delgado, Gómez y Sarriá, 1999a,b). Basados en nuestras observaciones propusimos que el gesto de señalar podría evolucionar al amparo de metas privadas y no sólo de objetivos interactivos. Así, al igual que el lenguaje, el gesto de señalar podría desempeñar una doble función: comunicativa y privada (Delgado y cols. 1999a/b, 2002a). Con esta hipótesis, nos distanciamos de la creencia, más o menos implícita, que entendía el gesto de señalar no comunicativo como un precursor del gesto de señalar comunicativo y prototípico. Con el objetivo de saber sí el gesto de señalar no comunicativo era una expresión inmadura o imperfecta del gesto de señalar si se trataba de un gesto con funciones propias, realizamos dos estud