La integración de nuevas fórmulas de participación en la democracia representativa contemporánea
- Alonso García, Nieves
- Esther Seijas Villadangos Director/a
Universidad de defensa: Universidad de León
Fecha de defensa: 19 de junio de 2018
- Almudena Bergareche Gros Presidente/a
- Miguel Ángel Alegre Martínez Secretario/a
- Fernando Reviriego Picón Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La democracia constitucional solo puede articularse a través de la representación, nada impide, sin embargo, que sea complementada, aunque nunca substituida, con algunas instituciones de democracia directa o participativa, como excepción a la regla general de la democracia representativa. Adquiere especial notoriedad en la actual coyuntura política la figura del referéndum vinculada fundamentalmente a la reivindicación de una consulta en la que se plantee la secesión e independencia de una parte del Estado. La aparente desconexión entre el pueblo como legitimador de la representación y los representantes, la debilitación de los partidos políticos tradicionales y el surgimiento de nuevos partidos y movimientos ciudadanos que se oponen al sistema, accediendo a sus instituciones desde las que reivindican cambios y el completo desguace de lo viejo por algo nuevo, son reflejo de la crisis institucional, del malestar o la fatiga democrática en que se encuentra inmersa España fundamentalmente desde la recesión económica surgida en 2008. Será, fundamentalmente, España el espacio físico de nuestras reflexiones, sin que ello sea óbice para realizar referencias de naturaleza comparativa. La institución parlamentaria es el eje en torno al cual gira la crisis de la representación. Desde una reflexión crítica, dos son las cuestiones que pueden considerarse como más expresivas del deterioro del funcionamiento del Parlamento y de su posición en el entramado institucional. Por una parte, el progresivo difuminado de las funciones parlamentarias. Por otra, la crisis de la representación en sí misma considerada. Desde la primera, se puede afirmar que el Parlamento ha sufrido una verdadera expropiación de sus funciones. Desde la segunda, se cuestiona la representatividad de unas cámaras en donde el protagonismo exclusivo y excluyente de los partidos políticos, fenómeno que se ha denominado “el gobierno de los partidos” desemboca en la politización de la institución parlamentaria. En este cuestionamiento de la representatividad del Parlamento, influye también la escasa consideración que se tiene de los temas que se debaten. Es, asimismo, nota característica de nuestro sistema parlamentario la preponderancia que adquiere el Ejecutivo que va acumulando funciones y tareas de las que desposee al poder legislativo, como si el monopolio de la política terminara “soldando” los poderes que tanto costó separar. Un referente temporal será el hilo conductor de esta reflexión, partiendo retrospectivamente de revivir los orígenes del parlamentarismo, para afianzar desde una perspectiva sincrónica las tensiones del Parlamento actual inmerso en un mundo de multiparlamentarismo global y apuntar algunas propuestas con vocación prospectiva que nos podrán ilustrar sobre el devenir de futuros Parlamentos.