Vertebrate fauna at the Allosaurus fossil-site of Andrés (Upper Jurassic), Pombal, Portugal
- E. Malafaia
- F. Ortega
- F. Escaso
- P. Dantas
- N. Pimentel
- J. M. Gasulla
- B. Ribeiro
- F. Barriga
- J. L. Sanz
ISSN: 1886-7995, 1698-6180
Año de publicación: 2010
Título del ejemplar: Mesozoic Terrestrial Ecosystems and Biota
Volumen: 36
Número: 2
Páginas: 193-204
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Journal of iberian geology: an international publication of earth sciences
Resumen
Se presenta un análisis de la diversidad faunística del yacimiento de Andrés en el Jurásico Superior de la Cuenca Lusitánica. El presente trabajo pretende establecer un análisis preliminar de la fauna de vertebrados identificada en el yacimiento hasta la fecha. Aunque conocido desde la decada de 1990, debido a la descripción de la primera evidencia robusta de un neotetanuro del género Allosaurus fuera de Norteamérica, los resultados presentados derivan principalmente del análisis de elementos encontrados durante la segunda y tercera campañas de excavación en 2005. Hasta el momento han sido identificados entre el material recogido en Andrés, representantes de diversos taxones de vertebrados que incluyen peces, esfenodontos, crocodilomorfos, pterosaurios y, al menos, siete formas distintas de dinosaurios. La presencia de esta diversidad y abundancia de restos osteológicos en el mismo yacimiento representa una situación única en el registro del Jurásico Superior portugués, tan sólo comparable a la del yacimiento clásico de la mina de carbón de Guimarota. Atendiendo a estas dos características y a la buena preservación de los fósiles, el yacimiento de Andrés puede ser considerado como una localidad de referencia para el estudio de los ecosistemas con vertebrados del Jurásico Superior portugués. Los restos de dinosaurios son los fósiles más abundantes y, entre ellos, son particularmente comunes los asignables a Allosaurus. Estas nuevas evidencias proporcionan importantes datos para probar la hipótesis filogenética propuesta previamente que asigna el primer terópodo descubierto en Andrés a A. fragilis, una especie descrita en niveles sincrónicos de la Formación Morrison en Norteamérica. La similitud entre los restos de Allosaurus recogidos en Andrés y algunos de los ejemplares de la Formación Morrison, sugiere la existencia de un flujo genético entre algunos vertebrados continentales de ambos lados del proto-Atlántico norte durante el Jurásico Superior. La existencia de condiciones tectónicas favorables para la existencia de contactos puntuales entre los dos continentes es actualmente el mejor escenario para explicar esta situación.