Hacia una ciudadanía compartida en la unión europea basada en sus valores

  1. Cabrera Giráldez, Marcelino
Dirigida por:
  1. Leyre Burguera Ameave Directora
  2. Rafael Rodriguez Clemente Director/a

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 11 de octubre de 2021

Tribunal:
  1. Carlos Vidal Prado Presidente
  2. Eduardo Moyano Estrada Secretario/a
  3. Yolanda Marta Aixela Cabre Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 691559 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

En el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea (TUE) se enuncian sus valores fundacionales. En el último lustro hemos vivido profundas crisis en la UE, como las migratorias, el Brexit y la causada por la pandemia del SARS-CoV-2. El objetivo del estudio es la formulación de los elementos necesarios en la educación para una ciudadanía compartida basada en los valores europeos a través del análisis de modelos y prácticas educativas existentes, contemplando las políticas y acciones europeas y analizando la evolución de valores como la solidaridad. Empezamos describiendo aspectos relativos a la ciudadanía, incluidos los retos a los que se enfrenta la ciudadanía europea. Nos referimos al concepto de ciudadanía compartida, a sus valores e intereses y al inspirador modelo canadiense. Analizamos la percepción pública y observamos las medidas políticas de protección y promoción de los valores europeos. Examinamos los marcos de competencias que las grandes instituciones han propuesto para fomentar la competencia en ciudadanía. Examinamos los resultados empíricos de encuestas longitudinales como la European Social Survey, entre otras. Terminamos proponiendo los elementos para una educación para la ciudadanía compartida ampliada en la dimensión sostenibilidad, refiriéndonos a la educación democrática basada en valores e intereses comunes. Algunas conclusiones del estudio son: La ciudadanía europea puede ser mejorada con una ciudadanía compartida social y cultural que tome en cuenta la diversidad creciente y los desafíos a los que se enfrentan la UE y la humanidad. La enseñanza de una ciudadanía compartida daría lugar una sociedad de individuos competentes en ciudadanía democrática. La sociedad civil en Europa es, potencialmente, una plataforma de encuentro entre ciudadanos de diversos orígenes y creencias, un espacio para el debate y el discurso sobre los valores democráticos, el respeto mutuo y la tolerancia. En una sociedad multicultural, pluralista y diversa, el sistema educativo y el uso de las tecnologías digitales juega un papel crucial para protegerse contra la xenofobia, el racismo y la desinformación. El sentimiento de ’destino compartido’, inequívoco de una ciudadanía compartida, adquiere una relevancia sin precedentes ante el cambio climático, la pandemia actual y el desarrollo tecnológico. Una ciudadanía compartida ampliada en la dimensión sostenibilidad encontraría un terreno fértil en torno al interés común de preservar el planeta. El marco de referencia de competencias para una cultura democrática (RFCDC) del Consejo de Europa puede ser una base conceptual sólida para la ciudadanía compartida en la UE. Convendría para ello poner un mayor énfasis en elementos como la sostenibilidad, la igualdad de género, el sentido del interés común, y la competencia intercultural. Por otro lado, una propuesta de ciudadanía compartida encaja con la construcción de ciudadanías de otros procesos de integración regional como el MERCOSUR. La idea de ciudadanía global, promovida por la UNESCO, está estrechamente con nuestros postulados. La OCDE propone la competencia global, medida por primera vez por PISA-Competencia Global 2018, que ayudaría a los jóvenes a ser conscientes de los objetivos globales y a comprometerse política, social, económica y medioambientalmente. La ciudadanía digital se revela crucial en la época de la ‘posverdad’ y, por ello, la ciudadanía digital inclusiva puede contribuir a dinamizar la educación para la ciudadanía compartida, mientras que la inteligencia artificial ofrece ventajas y desventajas al respecto. Una educación para la ciudadanía compartida debe adoptar una perspectiva de género. Si la ciudadanía compartida se define ante el interés común, considerar el debate sobre la igualdad de género en todas la comunidades y confesiones es necesario, además de ser un valor europeo. Las bases políticas europeas para una ciudadanía compartida ampliada existen. Además, el programa Erasmus+ sigue teniendo un potencial considerable para que los jóvenes asimilen la diversidad europea y tengan interés por recibir una educación en ciudadanía compartida. La educación socioemocional es de relevancia para ésta, ya que se trata de fomentar los sentimientos hacia la comunidad y hacia la sociedad de acogida, que incluyen, entre otros, la empatía, la participación activa, la colaboración y la orientación a la solidaridad. El comportamiento prosocial y la comunicación no violenta son cruciales para una ciudadanía compartida. Nuestra propuesta conceptual para una educación en ciudadanía compartida ampliada en la dimensión sostenibilidad se basa en buena parte en los marcos de referencia ya existentes, a los que habría que añadir la competencia en sostenibilidad.